María Kodama: El pasado, el presente y el imperio de los sentidos.
En el mes donde se celebra la Herencia Hispana y en camino a celebración de la trigésima Feria del Libro de Miami, el Miami Dade College en junto con el Koubek Center, han organizado una serie de coloquios con grandes escritores quienes le darán el puntapié inicial, al evento cultural por excelencia en el Sur de la Florida y que este año del 17 al 24 de noviembre conmemora su trigésimo aniversario. Además, éste año será una celebración muy especial dedicada a la cultura y la literatura de España, como conmemoración de los 500 años de la llegada a la Florida del conquistador Juan Ponce de León.
La velada, se realizó como parte del preámbulo camino a la Feria del Libro, el público de Miami pudo disfrutar y conocer mas a fondo a un escritor de carne hueso, a un Jorge Luis Borges sencillo, tímido y jovial divertido y cariñoso,… un Borges que cuando sale de la boca de María Kodama,su viuda ilumina y se hace presente por que la conexión y el sentimiento mas poderoso que puede existir en la vida es el “amor”.
Un amor incondicional que traspasó la barrera de la inmortalidad, haciendo perdurar día tras día y manteniendo siempre brillante la llama y la memoria del gran escritor Jorge Luis Borges.
Hablar de Maria Kodama es hablar de alguien que es parte de nosotros, quienes amamos las letras, quienes a diario hacemos perdurar en nuestra memoria el bello legado que ha dejado uno de los escritores (por no decir el mas sobresalientes de la historia) que ha marcado a fuego el siglo XX, poeta, escritor, filósofo argentino Jorge Luís Borges.
Muchos de ustedes conocen a la señora Kodama como la compañera de vida del gran escritor, apacible, tímida, incansable que, con sólo 16 años, se enamoró perdidamente de la timidez de quien pudo haber sido su padre, pero optó por compartir una vida llena de aprendizaje, diferentes lenguas, bifurcaciones de espacios, colores ensombrecidos, pensamientos juzgados y aplaudidos; pero, que al final de la historia hasta los mas escépticos tuvieron la grandeza de reconocer que Jorge Luis Borges será recordado siempre por su brillante y sagaz pensamiento y María Kodama su fiel protectora.
Hoy en día, Kodama está al frente de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, fundada en 1988 dedicada pura y exclusivamente a la difusión de la obra del autor, contribuyendo a su conocimiento y proporcionando su correcta interpretación, así es como define la fundación tan sencilla y clara utilizando solo dos palabras; así mismo es María Kodama.
Luego de mantener una amena charla junto al reconocido escritor y periodista Carlos Alberto Montaner donde la presencia de Jorge Luis Borges toma cuerpo y alma, toma luz y vida a través de las anécdotas de su compañera de vida, ella accedió a la entrevista con Doral Family Journal, tras bambalinas.
En María Kodama hay una señora que también escribe, y que ama las letras tanto como expresar el arte con su cuerpo a través de la danza. Es por ello que comenzamos la entrevista preguntándole desde cuando escribe con su cuerpo la poesía y los cuentos, a través de la danza?
Kodama nos dice que desde muy pequeña mostraba condiciones para bailar, “y mi profesora le pide a mi padre que me deje tomar el exámen para entrar a la escuela del Teatro Colón (en Buenos Aires Argentina), a lo que mi padre me contesta: “el baile es algo físico y como todo lo que tiene que ver con el cuerpo, se desgasta con el tiempo (…), mejor búsquese una carrera que pueda desarrollar a través del tiempo, usted es una persona muy inteligente, piense en su futuro y vea si le conviene o no”; obviamente mi padre me dijo éstas palabras para mi bien y desconociendo que después de bailar uno puede dedicarse a enseñar o ser coreógrafa. Pero, en ese momento lo escuché y decidí que no bailaría profesionalmente y es por ello que me dediqué a estudiar letras.

Asegura que el amor por las palabras lo tiene desde pequeña… “Yo escribo desde siempre. Desde que tengo uso de razón, mi padre me inculcó el amor por los cuentos, por la poesía, el amor por el arte en sí”.
“Yo escribo cuentos, soy cuentista igual que Borges, pero con un estilo diferente, con mi propio estilo. De hecho, recién ahora estaré publicando mi libro de cuentos pero por razones de confidencialidad con la editorial todavía no puedo adelantar nada”, comenta.
Cuando le preguntamos porque no había publicado anteriormente sus cuentos, y porque esperar tanto tiempo para poder ver realizada su obra?, Ell enseguida contestó: “Por que cada cosa tiene su tiempo y ahora es mi tiempo. Anteriormente, Borges quería hacer el prólogo y yo no quería que la influencia del gran escritor Borges estuviese marcada en mi libro. Creo que cada uno debe conseguir sus logros en la vida y en los tiempos correctos y ahora es mi tiempo”.
DFJ: María usted nos dejó saber anteriormente, su amor y devoción por la danza y que su padre desde niña le inculcó que estudie una carrera donde pueda perpetuar y pueda salir adelante por eso escogió la literatura ya que el tiempo de una bailarina es muy corto sin embargo, su pasión por la danza nunca la dejó de lado ya que siguió y sigue tomando clases de ballet. María que influencias artísticas tienen sus cuentos o de que forma cree usted que la danza está plasmada en sus letras?
MK: “En realidad no específicamente por la danza, pero sí está reflejado el amor por el arte en general, me gustaría que cuando salga a la venta lo léas y creo que te va a gustar”.
Kodama recuerda entre risas: “A Borges le encantaba que yo bailara; muchas veces me acompañaba cuando tomaba mis clases privadas, incluso me acuerdo de una anécdota cuando quise tomar clases de baile griego y le pregunte al profesor si me daba clases privadas y él me contesto que no, que solo daba clases grupales a la cual asistí junto con Borges. Al entrar al salón todos los alumnos vinieron a saludar al maestro y se quedaron conversando con él mientras el profesor de baile Griego me enseñaba a mi y me dijo riéndose (…) ahora entiendo por que me preguntó si le podía dar clases privadas (entre risas) y así fue, mientras todos mis compañeros de baile conversaban con Borges, el profesor de danza terminó dándome las clases de baile griego para mi sola”.
María también comentó que a Borges no le gustaba el ballet, “pero si disfrutaba de escuchar música clásica, le gustaba mucho Bach y aunque no lo crean el decía que era “sordo musical”, pero le gustaba mucho los Rolling Stone, Pink Floyd y el jazz, justamente en uno de nuestros últimos viajes a Estados Unidos hicimos una parada y estuvimos en el festival de Jazz de New Orleans donde la pasamos muy bien, Borges lo disfrutó muchísimo”.
Y así entre anécdotas, María Kodama nos regala –dejando entre nosotros– el reflejo vivo del Borges que cuidó, acompañó y sigue fiel como un “Sentinela” resguardando un legado maravilloso, sin dejar de lado sus propios sueños que, con la paciencia de los sabios supo esperar su momento para darle alas a sus cuentos.
“Soy una persona muy tímida, eso es lo que me acercó a Borges, lo extraño y al principio cuando me decían que pensara en algo malo que el me haya hecho para que no me duela tanto su partida, no pude encontrar nada. Desde que lo ví por primera vez cuando tenía 12 años y observé lo tímido que era y como se enfrentó al gran público que lo aclamaba en aquella biblioteca, sentí mucha paz… La paz que Borges me transmitía y que me transmitió siempre y eso es una de las cosas que mas extraño de él”.