¿Cómo navegar estos tiempos difíciles? Cambiar Paradigmas para Sobrevivir la Incertidumbre

Por: María Alejandra Pulgar

 

Los cambios económicos, inestabilidad política, crisis sanitarias y desafíos ambientales han hecho de la incertidumbre una característica de la existencia moderna. El mundo siempre se ha caracterizado por ciclos de estabilidad y disrupción. Sin embargo, en los últimos años, la incertidumbre se ha arraigado en la vida cotidiana.

El abrumador flujo de información en las redes sociales crea una sensación de inestabilidad en casi todos los aspectos de la vida, como si nos hubieran quitado la alfombra bajo los pies. Sin embargo, la historia ha demostrado que el mundo está en constante cambio y que las sociedades se adaptan. Un ejemplo claro fue la pandemia y cómo las sociedades se recuperaron.

Desafortunadamente, a menudo las personas tienen dificultades para encontrar claridad en medio de lo desconocido y se oponen a los cambios. Solo un cambio de paradigmas personales es la respuesta para mantener la resiliencia y navegar por las complejidades del mundo actual.

 

Incertidumbre Económica: Un Panorama Global en Transformación

“En la actualidad, el orden mundial, en lo que respecta a los acuerdos comerciales y financieros entre actores globales, tal como lo conocíamos después de la Segunda Guerra Mundial, ha cambiado”, afirmó Iván Jiménez, economista y consultor de inversiones. “El Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y las organizaciones multilaterales se crearon para fomentar la estabilidad económica mundial y desarrollar una clase media. El sistema prosperó durante décadas, impulsando avances tecnológicos y crecimiento económico”.

Sin embargo, la década de 1970 trajo consigo inflación, una crisis petrolera y un desplazamiento de los empleos manufactureros al extranjero. Jiménez explica: “Esto inició un éxodo de empleos que duró décadas desde Estados Unidos hacia economías donde la mano de obra era mucho más barata”. La apertura comercial con China aceleró aún más esta tendencia, convirtiéndola en la “fábrica del mundo”.

Más recientemente, las políticas arancelarias han alimentado la incertidumbre. Jiménez observa: “La percepción de una implementación aleatoria de aranceles creó un clima de incertidumbre, percibido como altamente disruptivo”.

La incertidumbre económica no es un fenómeno nuevo, pero sus manifestaciones evolucionan. Los mercados financieros, la dinámica laboral y las tensiones geopolíticas contribuyen a un entorno donde la estabilidad a largo plazo se siente cada vez más difícil de alcanzar. ¿Cómo podemos gestionarlo?

“Los mercados siempre están sometidos a una gran preocupación, pero es el impacto relativo de los acontecimientos lo que marca los cambios clave”. Para contrarrestar la incertidumbre financiera, Jiménez aconseja una planificación proactiva: “Considere todos los resultados posibles. Concéntrese en los escenarios hipotéticos, asegurándose de contar con las reservas necesarias para superar situaciones como la pérdida del empleo o la reducción de ingresos”.

Jiménez comenta: “Los tiempos de crisis fijan la atención de la persona promedio en la economía. Cuando las cosas se complican, de repente nos damos cuenta”.

La preparación financiera no se trata solo de acumular riqueza, sino de cultivar la adaptabilidad. Quienes anticipan los cambios y se preparan en consecuencia están mejor posicionados para resistir las turbulencias económicas.

 

Salud e incertidumbre personal: Fortaleciendo la resiliencia

La incertidumbre sanitaria es particularmente desafiante porque afecta la esencia de la vulnerabilidad humana; Centrarse en la atención preventiva, el bienestar mental y la toma de decisiones informada puede mitigar su impacto.

El mundo enfrentó la mayor incertidumbre sanitaria de esta generación hace cinco años y se recuperó, aunque sus efectos aún se sienten hoy. Casi 100 millones de estadounidenses carecían de acceso a atención médica primaria en 2023, y la imprevisibilidad de los sistemas de salud y la investigación ha generado una amplia sensación de vulnerabilidad ante este problema.

Centrarse en lo que se puede controlar para mantener el bienestar mental y físico debe ser la prioridad. Desarrollar o mantener hábitos saludables, buscar apoyo emocional y contactar con amigos y familiares para solicitar y ofrecer ayuda fortalece la resiliencia en tiempos difíciles.

 

Desafíos migratorios: Adaptarse a un mundo cambiante

La migración a menudo se enmarca como un problema político, pero en esencia es una experiencia humana. Ya sea impulsada por la necesidad económica, los conflictos o factores ambientales, la migración refleja la búsqueda continua de estabilidad y oportunidades.

Buscar información únicamente en fuentes legales confiables es fundamental para evitar errores que podrían complicar los procesos migratorios. Comprender los cambios de políticas, mantener la adaptabilidad y buscar apoyo legal son la mejor manera para que las personas manejen la incertidumbre migratoria.

 

Desafíos Globales: ¿Hay Esperanza?

Existen problemas adicionales que no podemos controlar y que impactan nuestras vidas. La incertidumbre climática ya no es una preocupación distante: la inestabilidad ambiental, el aumento del nivel del mar, las condiciones climáticas extremas y el agotamiento de los recursos siguen siendo una realidad presente. La intersección de la degradación ambiental y la inestabilidad económica subraya la urgencia de la cooperación global y de soluciones sostenibles. Como dijo el difunto Papa Francisco en “Laudato Si”, necesitamos cuidar “Nuestra Casa Común” y la desesperación no es la respuesta.

La incertidumbre no es un obstáculo; es una prueba de resiliencia, adaptabilidad y preparación. La historia ha demostrado que las sociedades, las economías y los individuos evolucionan mediante decisiones informadas y planificación estratégica. Jiménez comentó: «El mejor antídoto para la incertidumbre económica es el tiempo acompañado de un plan». Este consejo se aplica a todo tipo de incertidumbre.

La fuerza no proviene de resistirse al cambio, sino de saber cómo navegar. La claridad no se encuentra en temer a lo desconocido, sino en enfrentarlo con confianza y fe. Con conocimiento, comunidad y perseverancia, el futuro aún está en nuestras manos para forjarlo. Confía en el proceso.

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