¡Habemus Papam! El cardenal Robert Francis Prevost es elegido como el Papa León XIV, el primer pontífice estadounidense de la historia
La Plaza de San Pedro estalló en vítores este miércoles cuando el humo blanco emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, marcando la elección de un nuevo líder para los más de 1.300 millones de católicos en el mundo. Minutos después, el cardenal protodiácono anunció con solemnidad al mundo: “Habemus Papam!”.
El cardenal Robert Francis Prevost, oriundo de Chicago, ha sido elegido como el 267° sucesor de San Pedro, y ha tomado el nombre de Su Santidad el Papa León XIV.
Con este histórico nombramiento, la Iglesia Católica abre un nuevo capítulo, al contar por primera vez con un Papa nacido en los Estados Unidos.
El nuevo pontífice, de 69 años, fue hasta ahora prefecto del Dicasterio para los Obispos en la Curia Romana, y ha sido reconocido ampliamente por su formación académica, su enfoque pastoral y su firme compromiso con la reforma eclesial.
Un Papa con corazón pastoral y mente teológica
Nacido en Chicago en 1955, Robert Prevost fue miembro de la Orden de San Agustín y misionero durante años en Perú, donde ejerció una labor intensa en comunidades vulnerables. Su dominio del español, su cercanía con América Latina y su amplia experiencia intercultural han sido pilares fundamentales de su trayectoria.
Graduado de la Universidad de Villanova y doctor en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino, en Roma, el nuevo Papa es considerado un profundo conocedor del gobierno eclesiástico, pero también un hombre de escucha y diálogo.
León XIV: un nombre con fuerza histórica
Al adoptar el nombre de León XIV, el nuevo Papa se inscribe en una línea de pontífices con fuerte vocación de liderazgo doctrinal y modernización. El último Papa con ese nombre, León XIII (1878–1903), fue recordado por su impulso a la doctrina social de la Iglesia y su apertura a la ciencia y la razón. Muchos interpretan esta elección como una declaración de intenciones: fidelidad a la tradición, pero con mirada renovadora.
Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el Papa León XIV dirigió sus primeras palabras al mundo con serenidad y humildad: Ayudadnos a construir puentes”.
Una nueva era para la Iglesia
La elección de un Papa estadounidense representa un hito inédito para la Iglesia Católica y refleja el creciente protagonismo del catolicismo en el continente americano. Pero más allá de su origen, el Papa León XIV se perfila como un líder dispuesto a tender puentes en un mundo dividido, a consolidar las reformas iniciadas por sus predecesores y a reafirmar el papel de la Iglesia en los grandes desafíos del siglo XXI.
En medio de una multitud emocionada y bajo los ecos de campanas jubilosas, el mundo católico recibe hoy a su nuevo pastor. Su nombre es León XIV.