Prevention is the keyword to avoid bullying at schools.
By: Danielle Ceruti Espinel
Bullying in schools is a serious problem today…
Bullying can threaten students’ physical and emotional safety at school and can negatively impact their ability to learn. The best way to address bullying is to stop it before it starts.
Karina Labanca, a mother and psychologist, living in the City of Doral for more 10 years, in her professional task explains that the bullying that our children are subject to can be entirely prevented, and she proposes a model that should be heard and approved by schools.
How can you define school bullying?
KL- “Bullying can be defined in many ways, but it would best be defined as a severe process of distortion in communication that leads parties, the victim and the offender, to a dramatic or traumatic relationship that may end in the destruction of both parties. Why do we call it a process? Because it is part of a behavior, and behaviors are not isolated situations or events, they are processes and generally involve more than one person, and there is where the friction occurs in the inter-relationships. It is the perverse extreme of a relationship in which both parties end up damaged”.
Why do we need prevention instead of the solution?
KL- “When speaking about prevention I am calling all adults, I mean the parents, teachers and all persons involved in bringing up our children, to think and re-think about the place we have in our children’s lives and how we can create pro-social behaviors without having to intervene, which is when the behavior is already rooted in the school or social sphere. We must work in pro-social behaviors through care, from early childhood to their teenage years, with open communication levels.
Of course, this has to do with our culture. Living in Florida, where we see mixtures of various countries and races, with very different cultures, traditions and languages, stresses the communication problems. We must assume the responsibility of understanding our children from the socio-cultural environment in which we are raising them, devote half-an-hour or one hour, if possible, to talk to them and ask them how their day was, not only if they got good or bad grades, but to know what they really are feeling and how the reactions of their schoolmates make them feel, to know what our children are thinking. We must connect with them so they can in turn connect with us from a standpoint of sensitivity and feelings. Without this, we are lost”.
How can we communicate with our children?
KL- “There are several keys. First, opening up, second, connecting, the way see look at them, our body language, so they can perceive from an early age the “role model” to follow. And this is not easy, we are always working, very busy and, above all, it is difficult because this is very different in our countries of origin. We must stop and think about the culture, how to open up in order to know the others through our children, and how they see this, what their perception is. That is why the other key is perception, how they perceive their surroundings”.
At what age do you recommend to start this prevention?
KL- “I am a development specialist and know that the age to start is from 0 to four years. It is important to think that children perceive their environment from the moment they are born and we must be careful of the vocabulary that we use, our gestures or tone of voice, our postures. It is important for parents to think about the type of relationship they have had with their children from the beginning, because this has a 90% influence on their behavior patterns later on.
However, it does not end there, we can act at any age, as long as we parents wish to be aware and to help our children, creating community work at schools, speaking about feelings, helping them learn to know their schoolmates and much more”.
What tips can you give us to start with this prevention?
KL- “Give your children the possibility to speak up, to become the main players of their lives and be aware of the emotional damage that bullying can cause, have them make posters with the school or government regulations, have the most popular students take part in activities to help the less popular, and reward these attitudes, let the children express themselves in all ways possible, schools are afraid of children opening their months and wishing to express themselves. This is why they use bullying to express themselves, due to our lack of attention. We must let them express themselves being aware and involved in the inter-relationship process that they want to have.
Let us help the schools create sound communication environments, to have the kids put themselves in the other kids’ shoes and thus create a cooperative and unselfish community, where they can feel they belong. And take solid action about the importance of standing by our children at this time in order to achieve a true change”.
Prevención es la palabra clave para evitar el acoso escolar.
Por Danielle Ceruti Espinel
La violencia ó intimidación entre niños, conocida en inglés como bullying en las escuelas es un problema serio hoy en día …
El Bullying puede amenazar la seguridad de los estudiantes física y emocionalmente en la escuela y puede influir negativamente en su capacidad para aprender. La mejor manera de hacer frente a esta situación es impedirla antes de que comience.
Karina Labanca, madre y psicóloga, radicada en la ciudad de Doral desde hace más de 10 años, en su tarea como profesional nos explica que el acoso escolar que viven nuestros niños se puede prevenir por completo, y nos plantea un modelo que debe ser escuchado y avalado por los centros educativos.
¿Cómo nos puedes definir el acoso escolar?
KL- “Podemos definir el acoso desde muchas formas y maneras, pero principalmente lo podría definir como un proceso de distorsión en la comunicación tan grande o severo que lleva a ambas partes, a la víctima y al victimario, a sostener una relación dramática o traumática que puede llegar a la destrucción de ambas partes. ¿Por qué lo llamo proceso? Porque es parte de una conducta, y las conductas no son situaciones o eventos aislados, son procesos y generalmente envuelven a más de una persona y es allí donde se produce la fricción en la interrelación. Es el extremo perverso de una relación en la que ambas partes terminan perjudicadas”.
¿Por qué necesitamos la prevención en lugar de la solución?
KL- “Cuando hablamos de prevención hago un llamado a todos los adultos, me refiero a los padres, educadores y todas las personas que están involucradas en la crianza de nuestros hijos, a pensar y re-pensar qué lugar ocupamos en la vida de nuestros niños y cómo podemos crear conductas pro-sociales sin llegar al extremo de la intervención, que es cuando ya la conducta está instalada en el ámbito escolar o social. Debemos trabajar en conductas pro-sociales por medio del cuidado, desde la edad temprana y en la adolescencia, desde un nivel abierto en la comunicación.
Por supuesto que esto tiene que ver con la cultura. Vivir en la Florida, donde se ven mezclas de distintos países y razas, con culturas, tradiciones e idiomas muy diferentes, hace que se acentúen los problemas en la comunicación. Debemos tener la responsabilidad de entender a nuestros hijos desde el lugar socio-cultural en el que los estamos criando, dedicarnos media hora o una hora, si es posible, a hablar con nuestros hijos y preguntarles cómo se sintieron en el día, no solo si sacaron una buena o mala nota, sino saber qué es lo que sienten realmente y cómo los hacen sentir las reacciones de los compañeros, saber qué están pensando nuestros hijos. Conectarnos con ellos para que ellos se puedan conectar con nosotros desde un lugar de sensibilidad y sentimiento. Sin eso estamos perdidos”.
¿Cómo podemos comunicarnos con nuestros hijos?
KL- “Existen varias claves. Primero, la apertura, segundo, la conexión, la mirada, la conducta del cuerpo, para que ellos puedan percibir desde temprano la figura del “modelo a seguir”. Y de verdad no es sencillo, siempre estamos trabajando, ocupadísimos y, sobre todo, es difícil porque en nuestros países de origen es muy diferente. Hay que detenerse a pensar en esto de la cultura, en cómo abrirnos para poder conocer a través de nuestros hijos a los otros y cómo ven ellos esto, qué percepción tienen nuestros hijos. Y es por eso que el otro punto es la percepción, cómo están ellos percibiendo su entorno”.
¿Desde qué edad es recomendable empezar con la prevención?
KL- “Yo soy especialista en desarrollo y sé que la edad más temprana es desde 0 a los cuatro años. Es importante pensar que los niños desde que nacen están percibiendo su entorno y hay que darse cuenta de qué vocabulario usamos, cómo son nuestros gestos o tono de voz, qué posturas tenemos, y por eso es importante que los padres se pongan a pensar qué tipo de relación han llevado con sus hijos desde el principio, ya que esto influye en un 90% en el patrón de conducta de los años posteriores.
Pero eso no acaba allí, a cualquier edad se pueden poner manos a la obra, siempre y cuando los padres queramos tomar conciencia y queramos ayudar a nuestros hijos, crear trabajos comunitarios en los colegios, hablar de los sentimientos, conocer a los compañeros y mucho más”.
¿Qué tips nos puedes dejar para comenzar con la prevención?
KL- “Darles la posibilidad de una voz, de que los chicos se conviertan en verdaderos protagonistas de sus vidas y que tomen conciencia del daño emocional que puede causar el acoso escolar, dejarlos que hagan afiches con las reglas del colegio, o del gobierno, que los alumnos más populares participen en actividades de ayuda para los menos populares, y premiar estas actitudes, dejar que los niños se expresen en todas las maneras posibles, las escuelas tienen miedo a que los niños abran la boca, que quieran expresarse. No podemos hacer oídos sordos, porque se quieren expresar. O los dejamos expresarse desde el acoso, por no hacerles caso, o los dejamos expresarse siendo conscientes y estando involucrados en el proceso de interrelación que ellos quieren.
Ayudemos a las escuelas a crear ambientes de comunicación sanos, a que estos niños se puedan poner en el lugar del otro y crear una comunidad cooperativa y no individualista, para que ellos puedan pertenecer a un lugar. Y tomar una acción sólida sobre la importancia de acompañar a nuestros hijos en este momento para lograr un cambio real”.