¿Qué esperar de la extensión del programa de elección de escuelas?
HB 7045 amplía la elegibilidad, maximiza la elección de los padres en los programas de becas K-12
Por: Diana Bello Aristizábal
El pasado 11 de mayo, el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, firmó la ley 7045 con el fin de reestructurar los programas de becas financiados por el estado que benefician a familias de recursos limitados y a niños con discapacidades con miras a permitir que muchos más estudiantes accedan a ellas. Desde entonces, son varias las preguntas que circulan entre la comunidad educativa y las familias.
En concreto, ante esta ley, que se hará efectiva a partir del 1 de julio y que entre otras cosas deroga el Programa de Becas Gardiner (GSP) y el de McKay dirigidos a niños con discapacidades para fusionarlos en el Programa Family Empowerment Scholarship (FES), la pregunta principal es: ¿qué pueden esperar las familias que ahora son elegibles para estas becas y aquellas que ya cuentan con este beneficio?
De acuerdo con la legislación, más de 60 mil estudiantes nuevos podrán ser elegibles para vouchers financiados por los contribuyentes para poder acceder a escuelas privadas K-12 o a diversos servicios complementarios como clases extracurriculares dependiendo de la necesidad y preferencias de cada familia.
La razón de que se haya abierto una oportunidad para nuevas familias es que se eliminaron algunos requisitos que antes se contemplaban para aplicar a estas becas como, por ejemplo, que los estudiantes con recursos económicos limitados hayan pasado primero por una escuela pública.
Al mismo tiempo, se expandieron otros criterios de elegibilidad. Por ejemplo, ahora las familias de cuatro miembros con un ingreso de casi $100,000 pueden aplicar a las becas, mientras en la actualidad están limitadas a aquellas que generan $79,500.
Así mismo, en adelante se incluirán a estudiantes que son dependientes de un miembro de las Fuerzas Armadas, hijos adoptados y hermanos de un estudiante recibiendo una beca FES.
Por otra parte, se aumentarán los montos individuales al 100% de los fondos estatales asignados a la educación del niño bajo el Florida Education Finance Program (FEFP) y se otorgará prioridad a los hogares cuyo nivel de ingresos no exceda el 185% del nivel federal de pobreza o a quienes estén en cuidado de acogida.
Además, habrá más flexibilidad en el gasto para las familias, pues ahora podrán usar los vouchers para opciones educativas y servicios adicionales incluyendo dispositivos digitales, acceso a Internet, además de poder emplearlos como una cuenta de ahorros en el caso de los niños con discapacidades, en la matrícula de la escuela privada, como opción de beca de transporte a otra escuela pública o para educación en el hogar.
Una mirada más profunda a la propuesta de ley
El nuevo plan de elección de escuelas, de $200 millones de dólares, fue patrocinado por el Senador Manny Díaz Jr. y el Representante Randy Fine. Este tiene como objetivo principal expandir el Programa de Family Empowerment Scholarship (FES) para incluir en él dos públicos: familias de recursos limitados y niños con discapacidades.
El primer público hará parte de una rama denominada ‘Family Empowerment Scholarship for Educational Options’ o Beca de Empoderamiento Familiar para opciones educativas, mientras el segundo, de la rama ‘Family Empowerment Scholarship for Students with Disabilities’ o Beca de Empoderamiento para estudiantes con discapacidades.
La primera rama se basa en los ingresos económicos de las familias con el ajuste mencionado anteriormente. En este sentido, los hogares que cumplan con el requisito de ingresos y requieran de servicios complementarios como, por ejemplo, cursos de matemáticas avanzadas o acceder a educación privada podrán hacerlo a través de organizaciones de fondos de becas como Step Up For Students.
Entre tanto, las familias que tengan estudiantes en condición de discapacidad que quieran acceder o ya sean beneficiarias de las becas Gardiner o McKay harán parte del segundo grupo. Estas dos becas antes funcionaban de forma aislada pero ahora serán adjudicadas dentro de una misma sombrilla que será FES.
Todas las becas citadas, y otras como las de Hope y el programa de Becas Florida Tax Credit (FTC), aunque serán fusionadas seguirán teniendo criterios de elegibilidad separados y aún las familias deberán aplicar a través de Step Up For Students y AAA Scholarship Foundation que son las dos agencias de fondos de becas del estado.
“Consolidamos todo en un mismo pote porque había mucha confusión con tantas becas disponibles. Ahora el estudiante aplica y dependiendo de ciertos criterios, puede calificar en el espectro de necesidades especiales o de recursos limitados”, explica el senador y patrocinador de la ley, Manny Díaz, en entrevista exclusiva con este medio.
Pero el cambio más significativo es que aproximadamente 4,000 becas más estarán disponibles para los estudiantes con habilidades únicas en el año que viene. Entre tanto, habrá un cupo limitado de becas de máximo 20,000 estudiantes para el año 2021-2022, límite del que serán excluidos los estudiantes que recibieron servicios de instrucción especializados en VPK o asistieron a una escuela pública el año escolar anterior.
Tampoco entran en el límite los hijos dependientes de un miembro de las Fuerzas Armadas, un niño de un hogar de acogida o adoptado, quienes hayan recibido un Crédito Fiscal de Florida (FTC), una beca Hope el año anterior que no se renovó debido a la falta de fondos disponibles o los niños que para el año 2022-2023 sean elegibles para Kindergarten.
Abordando cuestiones importantes
Frente a la expansión del programa de elección de escuelas, una de las más grandes del país, han surgido varias inquietudes, pues aunque su objetivo es ampliar la cobertura de los programas de becas, muchos se preguntan qué cambiará para quienes ya hacen parte de estos programas, si se verán afectadas las escuelas públicas y qué pueden esperar los nuevos aplicantes.
“Todos los estudiantes que actualmente están bajo Gardiner o McKay están eximidos y no cuentan para el límite de cupos. Si la demanda aumenta, podemos sin problema incrementar el patrón de crecimiento (más allá del crecimiento de 4,000 estudiantes al año que se contempla hasta ahora), por lo que ningún estudiante con discapacidad será excluido del programa”, aclara el senador Manny Díaz.
En la misma línea, Christi Fraga, miembro de la junta escolar del Distrito 5, considera que no habrá ningún impacto negativo para los actuales beneficiarios de las becas ni para quienes apliquen por primera vez.
“Este programa será muy bueno para, por ejemplo, los estudiantes que viven en zonas menos favorecidas como Overtown o Liberty City pero que tienen un talento especial, pues con una beca pueden acceder a un colegio privado que les ayude a explotar sus habilidades”, dice.
De acuerdo con algunos padres de familia, el hecho de que las becas se hayan extendido cobijando ahora, por ejemplo, a los hermanos de quienes ya tienen las becas FES, solo trae beneficios.
Es el caso de Carolina Ríos, quien está recibiendo dinero como parte de la beca Gardiner desde el año pasado para su hijo de 5 años y está embarazada del segundo. “Esta legislación nueva para nosotros será determinante porque ahora sé que puedo brindarle a mi hijo menor la misma educación que tendrá el mayor”, dice.
En cuanto al monto que recibirán los actuales beneficiarios de estas becas el próximo año, de acuerdo con el senador recibirán la misma cantidad de dinero que han obtenido hasta ahora sin importar su discapacidad. Sin embargo, los fondos emitidos a los nuevos estudiantes que ingresen al programa dependerán de su grado de discapacidad.
“Quienes no tengan un IEP o estén en un nivel más bajo de discapacidad y sean nuevos en el programa recibirán un valor promediado, pues decidimos aumentar el dinero destinado a los estudiantes con discapacidades más graves que requieren de mayor atención”, comenta.
En cuanto a la afectación que pueden sentir las escuelas públicas, lo que representa un punto a debatir para muchos, aclara que este programa será financiado desde un pote de dinero diferente. “El presupuesto escolar no ha sido tocado”, añade.
Al respecto, Christi Fraga asegura que si bien es cierto que por cada niño que sale del sistema escolar público, se pierden recursos que podrían ser destinados para mejorar la calidad del servicio, en realidad este hecho podría ser significativo solo en las zonas donde la inscripción de alumnos es baja, lo cual no sucede en los colegios de Doral que están casi al tope de su capacidad.
“Siempre encontramos la forma de seguir ofreciendo los mismos beneficios a los niños, por lo cual creo que la nueva ley no impactará los colegios o sus programas de forma drástica de cara a las familias que hacen parte del sistema”, asegura.