Recesión económica: ¿Realidad o rumor?
Por: Diana Bello Aristizábal
Desde que Donald Trump asumió la presidencia ha generado posiciones encontradas en la opinión pública a raíz de una serie de medidas encaminadas a fortalecer la economía local. Bajo su política ‘Estados Unidos primero’, el mandatario ha impuesto agresivos aranceles a países como Canadá, así como ordenado despidos masivos y recortes del gasto público. Lo anterior ha despertado los rumores de una potencial recesión.
Su política económica alcanzó el punto más álgido el pasado 2 de abril, bautizado como ‘El Día de la Liberación’, cuando anunció un impuesto base del 10% a las importaciones de la mayoría de los países y aranceles del 34% a las de China, del 20% a las de la Unión Europea, del 25% a las de Corea del Sur, del 24% a las de Japón y del 32% a las de Taiwán. Canadá y México todavía están sujetos a un arancel del 25%, aunque los bienes cubiertos por el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá están exentos.
Otras medidas, menos duras anunciadas en el pasado, han motivado a economistas como Mark Zandi, de Moody’s Analytics, a la empresa líder en servicios financieros, JPMorgan Chase, y al banco de inversión, Goldman Sachs, entre otras instituciones de autoridad en materia económica, a hacer sus pronósticos.
Zandi, por ejemplo, dijo el pasado 30 de marzo a través de la red social X que había aumentado su pronóstico de una recesión en algún momento del 2025 de un 15 a un 40% citando la caída de la confianza del consumidor, el descontrol del gasto de consumo, la alta inflación y los recortes del DOGE; el Departamento de Eficiencia Gubernamental creado por el presidente y dirigido por Elon Musk.
Esta previsión coincide con la de JPMorgan Chase que también cree que hay un 40% de posibilidad de que ocurra una recesión, un gran cambio frente al 30% que había estimado a comienzos del año. Goldman Sachs, por su parte, aumentó del 20 al 35% su pronóstico de una recesión en los próximos meses debido principalmente al deterioro de la confianza de los hogares y las empresas.
No obstante, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, aseguró a mediados de marzo que la economía estadounidense se mantiene sólida pese a la preocupación que existe ante una posible recesión y la volatilidad del mercado. Además, dijo que las tasas de inflación han estado en línea con el objetivo a largo plazo del 2% fijado por la Fed.
Incertidumbre y falta de confianza
Según explica David Andolfatto, presidente del Departamento de Economía del Miami Herbert Business School de la Universidad de Miami, es bastante difícil predecir una recesión y su surgimiento depende de qué tan rápido esté creciendo la economía.
“Técnicamente, se habla de recesión cuando la economía experimenta dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo del PIB (producto interno bruto) y sí es cierto que el crecimiento se ha ido desacelerando un poco, aunque la economía sigue siendo bastante robusta”, comenta.
Al respecto, Goldman Sachs estimó, antes del Día de la Liberación, que los planes arancelarios del presidente y el declive del PIB en el primer trimestre del año podrían provocar una reducción del crecimiento de 0.5 puntos porcentuales; hasta el 1.0% para el cuarto trimestre y hasta el 1.5% de media anual.
Un factor que juega en contra, de acuerdo con Andolfatto, es que se están negociando los aranceles en medio de un clima tenso y de incertidumbre. “Las amenazas beligerantes y la posibilidad de represalias (de los países que han experimentado un aumento de los aranceles) está haciendo que muchas empresas pausen sus planes de inversión de capital hasta que no haya más claridad”.
Algo similar se puede decir de la confianza de los consumidores que según la última encuesta, de la Universidad de Michigan, cayó por tercer mes consecutivo, alcanzando su nivel más bajo desde noviembre del 2022 debido al deterioro de las expectativas sobre las finanzas personales, las condiciones comerciales, el desempleo y la inflación.
“Los consumidores siguen preocupados por la posible crisis derivada de la evolución de la política económica”, se puede leer en la página web de Trading Economics que recoge los resultados de la encuesta. El portal especializado en datos económicos reportó que dos tercios de los consumidores prevén un aumento del desempleo el próximo año y sus expectativas de inflación a largo plazo pasaron de 3.9% en la anterior revisión a 4.1%.
“La incertidumbre es lo que frena el gasto. Si los consumidores no quieren gastar y el sector empresarial retrasa su inversión, la economía podría desacelerarse significativamente y, posiblemente, incluso entrar en recesión”, concluye Andolfatto, aunque aclara que no puede decir si va a haber o no una recesión este año porque eso depende de muchos factores.
¿Y qué ayudaría a disipar el riesgo de una recesión? Para Andolfatto, que Trump establezca una política menos beligerante con países como Canadá. “Si hubiera dicho algo más respetuoso como ‘queremos proteger la fabricación local e incentivar los negocios a nivel interno porque creemos que los acuerdos comerciales actuales no son muy justos pero esperamos desarrollar una nueva relación en el futuro’ todo sería diferente”.
Comenta que en lugar de eso, amenazó con anexar Canadá a Estados Unidos e incumplió los acuerdos comerciales existentes. “Tratar a aliados como Canadá, México y países de la Unión Europea como enemigos del pueblo americano y de la economía estadounidense es un error porque esos países podrían posiblemente forjar lazos más estrechos con China que es un rival geopolítico”.
En conclusión, aunque hablar de una recesión es arriesgado, sí cree que el enfoque agresivo de la administración para negociar las medidas arancelarias y la incertidumbre probablemente desacelerarán la economía.