¿SE ELIMINARÁN LOS IMPUESTOS A LA PROPIEDAD EN LA FLORIDA?
La idea tras esta propuesta del gobernador Ron DeSantis es aliviar los gastos de vivienda de los propietarios de casas en la Florida
Por: Edda Pujadas
Si eres dueño de una casa o condominio en la Florida te alegrará saber que el gobernador Ron DeSantis ha propuesto la eliminación o modificación de los impuestos a la propiedad en el estado. Esto podría representar un alivio financiero significativo, pues estos tributos son una de las principales cargas económicas para los dueños de inmuebles, especialmente para aquellos con ingresos fijos, como los jubilados.
Esta iniciativa, que busca reformar el sistema tributario actual, podría tener implicaciones significativas para los propietarios de viviendas, que anualmente ven incrementos en su factura de impuestos, sin embargo, esto también traería repercusiones para los servicios públicos y la economía general de la Florida.
DeSantis ha calificado estos impuestos como una forma de tributación “opresiva e ineficaz”. De hecho, según un estudio del Instituto de Políticas de Florida, los gobiernos locales en Florida recaudan $42.7 billones de dólares en impuestos a la propiedad anualmente, lo que equivale, aproximadamente, a $2,000 dólares por persona.
El gobernador explicó que los impuestos a la propiedad son locales, no estatales, lo que significa que para modificarlos se tendría que hacer una enmienda constitucional y obtener el respaldo del 60% de los votantes en un referéndum estatal. Además, es fundamental desarrollar un plan detallado que identifique fuentes alternativas de ingresos para reemplazar los fondos provenientes de los impuestos a la propiedad.
Esta propuesta ha sido respaldada en la legislatura estatal. El senador republicano Jonathan Martin presentó el proyecto de ley SB 852, que solicita a la Oficina de Investigación Económica y Demográfica de la Legislatura realizar un estudio sobre la viabilidad de eliminar los impuestos a la propiedad y reemplazar los ingresos perdidos mediante reducciones presupuestarias, impuestos al consumo basados en las ventas y otros mecanismos.
Es que, si bien la eliminación o modificación de estos impuestos busca ayudar a los propietarios de vivienda de la Florida, esta medida plantea preguntas y dudas importantes sobre cómo se financiarán los servicios públicos esenciales que actualmente dependen de estos ingresos, como la educación, la seguridad pública y el mantenimiento de infraestructuras.
Una posible alternativa sería aumentar los impuestos al consumo, como el impuesto sobre las ventas, lo que podría trasladar la carga fiscal a otros sectores de la población. De acuerdo a este informe, los impuestos a la propiedad generan poco menos de una quinta parte de los ingresos para los gobiernos locales y la mitad de los ingresos para los distritos escolares.
El reporte del Instituto de Políticas de Florida indica que los tributos cobrados sobre los bienes inmuebles financian tantos servicios a nivel local que, sin ellos, el estado tendría que duplicar su tasa de impuesto sobre las ventas del 6% al 12% para seguir manteniendo los servicios locales en funcionamiento.
El mercado inmobiliario de la Florida también llegaría a verse impactado por esta medida, pues la reducción o eliminación de los impuestos a la propiedad podría aumentar la demanda de viviendas, ya que los costos recurrentes de poseer una casa disminuirían y, por ende, más personas podrían optar a un crédito hipotecario. Esto podría traducirse en un incremento en los precios de las viviendas debido a la mayor demanda.
Sin embargo, también existe la posibilidad de que la eliminación de estos impuestos afecte negativamente la percepción de los servicios públicos, si no se encuentran fuentes de financiamiento alternativas adecuadas. La calidad de las escuelas, la seguridad y otras infraestructuras son factores clave que los compradores consideran al adquirir una propiedad. Cualquier deterioro en estos servicios podría influir en la decisión de compra y, por ende, en el valor de las propiedades.
Uno de los aspectos que mayor análisis está generando es que, aunque la propuesta busca reducir la carga fiscal de los propietarios, un aumento en los impuestos al consumo podría impactar de manera desproporcionada a las comunidades de menores ingresos, que destinan una mayor parte de sus recursos a bienes y servicios.
Ante este panorama, la pregunta no es si se pueden eliminar o reducir los impuestos a la propiedad, sino cómo se reemplazarán esos ingresos sin afectar la calidad de vida en el estado de los habitantes de la Florida, ya que, sin una planificación adecuada, existe el riesgo de crear déficits presupuestarios que podrían afectar la prestación de servicios públicos esenciales.
Los líderes locales, juntas escolares y organismos de seguridad aún no han emitido pronunciamientos claros sobre los efectos que esta reforma podría tener en sus presupuestos y operaciones. De igual forma, la decisión final, quedará en manos de los votantes de Florida, quienes deberán evaluar si la eliminación del impuesto a la propiedad es la mejor opción para el futuro del estado.