Un giro a las políticas migratorias bajo la nueva administración
Por: Diana Bello Aristizábal
El 2025 será un año de cambios importantes en lo que respecta a la inmigración en el país, pues ese fue el tema principal de campaña del presidente electo Donald Trump. Tras haber obtenido una victoria contundente y teniendo ahora control absoluto con mayoría republicana en las dos cámaras del congreso, se espera un enfoque radical y expedito.
Los cambios ya se han hecho ver en lo que va del año de la mano de la saliente administración de Joe Biden. El pasado 10 de enero, el Departamento de Seguridad Nacional anunció que extendería el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) a 937.000 ciudadanos de El Salvador, Ucrania, Sudan y Venezuela, quienes tendrían 18 meses adicionales de protección migratoria bajo el programa.
La movida es trascendente a ad-portas de que Trump tome posesión de su cargo porque permite a los ciudadanos de esos países que tienen actualmente dicho estatus renovar sus permisos de trabajo y protecciones de deportación antes de que el electo presidente restrinja el programa y cumpla su promesa de realizar deportaciones masivas.
Dichas deportaciones se harían de forma expedita. “Estos procesos regularmente toman muchos años pero Trump en su segundo mandato va a tener una directriz para acelerarlos”, explica Luis Victoria, abogado de inmigración.
De acuerdo con el profesional, esa misma política migratoria sería aplicada en los procesos de las personas que estén en los centros de detención o que vayan a pasar irregularmente por la frontera con México que dicho sea de paso es muy posible que sea cerrada y militarizada.
“El presidente Joe Biden dejó entrar a millones de personas sin documentos y de esos millones ingresaron muchos criminales que cometieron delitos muy llamativos y esa es una de las cosas que Trump aprovechó para llamar al electorado y decirle ‘¿usted quiere que siga esto?, ¿qué sigan matando gente y le roben sus pertenencias?’”, dice el abogado sobre la razón de base que explica la nueva posición migratoria.
La meta de deportaciones es ambiciosa: 11 millones de personas en los próximos 4 años, lo cual muchos dicen será imposible de lograr. “Hay aproximadamente 5 millones y medio de procesos acumulados en las cortes de inmigración para aproximadamente 650 jueces. Es decir, cada juez tendría alrededor de 5 mil casos a su cargo, o sea que sería literalmente imposible hacerlo tan rápido”, comenta el abogado.
Mientras tanto, las esperanzas están depositadas en el denominado “zar de la frontera” del presidente electo, Tom Homan, que cuenta con amplia evidencia sobre cómo realizar deportaciones masivas.
En cuanto al orden de prioridad en las deportaciones, sería el siguiente: individuos que ya han recibido orden de deportación, deportados en ausencia, quienes cometieron crímenes agravados, los que entraron al país sin documentos y, por último, aquellos que a pesar de haber ingresado legalmente hicieron un mal uso de su estatus de no inmigrante al quedarse más tiempo del permitido.
Como buena noticia, el zar de la frontera declaró que en los casos de familias con estatus migratorio mixto, si alguno de los miembros recibe orden de deportación, los demás también deberán salir del país para evitar las separaciones que ocurrieron en el pasado.
Asilo, ajuste de estatus y política estatal
Otros cambios migratorios estarán relacionados con los procesos de asilo. “Trump estaría implementando una orden ejecutiva que conduzca a que haya un estado de excepción justificado por una inmigración irregular desenfrenada. Por medio de esa política, el estaría tomando medidas excepcionales que afectarían a quienes soliciten asilo”, afirma Victoria.
La más relevante es que quienes deseen solicitar asilo tendrían de manera obligada que acudir primero a un tercer país diferente a Estados Unidos. Por ejemplo, un venezolano que viva en Colombia y sufra persecución en ese país deberá solicitar asilo en Panamá, Costa Rica, México o cualquier otra nación antes de hacerlo aquí.
Por otra parte, se endurecerán los estándares para probar que una persona necesita asilo. Esto significa que en muchos casos no bastará con que el solicitante relate la persecución o el daño del que fue objeto sino que tendrá que proporcionar evidencia adicional. Quienes ya estén en medio de un proceso de solicitud de asilo podrían verse impactados en la medida en que sus casos serían evaluados de una forma más estricta y bajo nuevos parámetros.
En cuanto a los procesos de ajuste de estatus, el mayor cambio es que los solicitantes serían sometidos a una entrevista, algo que Joe Biden había eliminado en algunos casos con el fin de agilizar los trámites pendientes.
¿Y cómo nos veremos afectados en Florida? Según declaraciones del gobernador Ron DeSantis, su administración está preparándose para alinearse con las políticas federales que se avecinan. De hecho, ya convocó una sesión legislativa especial para el 27 de enero en la que se abordaría este tema y hay intenciones de asignar fondos estatales para apoyar la deportación de inmigrantes indocumentados.
Ante los cambios que se proyectan, el principal consejo es que si usted está en medio de un proceso de inmigración lleve siempre consigo una fotocopia de su documento de identidad, documentación de soporte de los trámites en curso y su pasaporte. Además, busque representación legal de un abogado y no de un preparador de documentos para hacer valer sus derechos y evitar estafas.