Año Nuevo… Dieta Nueva!
Por: Melissa Becher, Psy.D, LMHC
Ahora que comienza un Año Nuevo… también comienza una dieta nueva. Después de las festividades, nos damos cuenta que comimos en exceso. Todas esas reuniones con familiares y amigos incluían comidas fuertes y un alto contenido calórico al cual no estamos acostumbrados a comer todo el año. Así que no es extraño sentirse completamente lleno, hinchado y hasta con un sentimiento de culpa por haber comido sin control. Siendo esta una de las principales razones por las cuales para muchas personas la primera resolución de año nuevo es bajar de peso, hacer “dieta”.
Es importante ser realistas y tomar en consideración que si nos tomó un año entero subir esas 10, 15 o 20 libras de más no es posible bajarlas en un mes.
Cuando decidimos hacer “Dieta” empezamos un riguroso plan de restricción de calorías en combinación con un plan de ejercicios consistente para perder peso. Tomando en cuenta esto, muchas personas emprenden este camino sin tomar en consideración los factores psicológicos y al final pierden la batalla olvidándose en unos meses de su resolución de año nuevo. Hacer cambios en nuestra alimentación y actividad física con el propósito de bajar de peso requiere un compromiso y cambios paulatinos de nuestra conducta.
Debemos tomar en cuenta los factores psicológicos para controlar las calorías que junto a un plan de actividad física son importantes para tener éxito al bajar de peso. Primero, no debemos utilizar la palabra “Dieta” para describir nuestros esfuerzos para bajar de peso. Esta palabra tiene una connotación negativa de límites y restricción de alimentos, así como una forma de castigo por haber disfrutado en nuestras vacaciones.
Debemos comenzar con tener metas realistas… Si decidimos bajar de peso rápido y en una cantidad exorbitante, por ejemplo bajar 35 libras en dos meses, estamos dirigiendo nuestra meta a sentir frustración en lugar de bajar de peso. Es más efectivo delinear pequeños objetivos que te llevarán a alcanzar la meta final. Bajar 5 libras en un mes es más fácil y realista que estar en nuestro peso ideal para la semana próxima. Añade intervalos de 10 minutos de actividad física diaria.
Por ejemplo, puedes estacionar el auto más lejos al llegar a la oficina o a tu sitio de trabajo, el supermercado o en la escuela de tu hijo(a). Utiliza las escaleras cada vez que puedas, o camina más rápido mientras vas de compras. En cuanto a la comida no es recomendable que te limites a alimentos sin sabor y que solo te recuerdan lo difícil de cambiar nuestros hábitos alimenticios. Puedes comenzar con añadir una ensalada pequeña a tus comidas así lo veras como acompañante no como plato principal. En pocas semanas puedes comerla sin necesidad de las otras cosas sintiéndote satisfecho. Toma pasos pequeños para modificar las conductas que interfieren con nuestra meta. Podríamos cambiar la soda por el agua, utilizar un plato más pequeño a la hora de servirnos la cena o eliminar de nuestra alacena las comidas altas en azucares y harinas procesadas.
Para tener éxito al bajar de peso es importante aprender a escuchar a nuestro cuerpo e identificar si en realidad tenemos hambre o estamos comiendo por nuestras emociones. Muchas personas comen porque están aburridos, deprimidos, con coraje, cansados o estresados entre otras razones.
Es imprescindible estar pendientes de nuestras emociones para poder manejarlas adecuadamente y no con un pastel de chocolate. Oro factor importante es nuestra imagen corporal. Si aprendemos a aceptar que tenemos curvas y que estamos más cómodos en un tamaño “11” que en un tamaño “0” nos sentiremos más felices. Por ultimo no debemos dejarnos influenciar por la televisión o revistas que claman tener la fórmula para bajar 20 libras en una semana.
En fin para tener éxito con cambios alimenticios debemos mirar estos cambios como algo positivo y no como algo punitivo. La comida es necesaria para vivir y la comida saludable es importante para mantener el funcionamiento adecuado de nuestro cuerpo.