El Sur de la Florida se solidariza con Ucrania
Por: Diana Bello Aristizábal
El 24 de febrero, el presidente ruso Vladímir Putín ordenó atacar la región ucraniana de Donbás, siendo este suceso el principio de un conflicto que se calcula ha obligado a más de dos millones de personas, en su mayoría mujeres y niños, a buscar refugio en países vecinos para salvar sus vidas.
Pero lo han hecho en las peores condiciones para sostener un cambio de vida forzoso y cruel, pues miles de familias han tenido que separarse cuando el hombre debe quedarse para defender su país, mientras la mujer y los hijos llegan al punto fronterizo más cercano. En ocasiones, los niños han emprendido esta travesía solos.
Esta crisis humanitaria ha hecho que todas las miradas estén puestas en los ucranianos que en medio de una pandemia han tenido que presenciar la destrucción de su país: Cientos de infraestructuras de transporte, viviendas, hospitales y guarderías han sido dañadas.
Ha sido tal la conmoción que muchos países del mundo han unido esfuerzos para ayudar a los refugiados que pasan días sin un plato de comida caliente. En este lado del mundo, el Sur de la Florida, donde casi nadie se acuesta con el estómago vacío, la solidaridad se ha hecho visible de diferentes maneras pero la ayuda sigue siendo tan bienvenida como imprescindible.
Niños que ayudan niños
“Mis padres fueron refugiados cubanos. Yo sé lo que es tener que trasladarse a otro país para empezar una nueva vida”, asegura Manuel Melcon, presidente de Brothers 4 Others, una organización sin ánimo de lucro integrada por seis niños, de 12 y 13 años, que cursan el séptimo grado en el Belen Jesuit Preparatory School en Miami.
Conectar con el dolor de Ucrania fue una de las razones que lo llevó a el y a sus compañeros a unirse con la Policía de Miami-Dade y con Global Empowerment Mission para habilitar 19 cajas de donación en diferentes estaciones de policía y colegios del condado que luego irían a Europa.
“Se trata de personas inocentes que dejaron todo lo que conocen. Eso es injusto y por eso queremos hacerles la vida más fácil”, dice Gabriel Robaina, de 13 años y quien es el especialista en redes sociales.
Las donaciones que recogieron durante marzo, que van desde latas de comida hasta pañales, fueron llevadas a una bodega en la cual los niños las organizaron y dejaron listas el pasado 25 de marzo para ser enviadas a Polonia donde se encuentran la mayoría de refugiados ucranianos.
Este esfuerzo lo hicieron con un horario apretado, pues todos hacen parte del equipo de natación del colegio y, como los demás niños, deben cumplir con sus obligaciones escolares.
“Normalmente nos reunimos los fines de semana y cuando tenemos días libres en la escuela. Esta es nuestra prioridad y por eso cada vez que hay una oportunidad para ayudar, la tomamos”, nos contaron en una entrevista por zoom.
La crisis en Ucrania fue una de ellas y por eso apenas se enteraron de lo que pasó asumieron un rol activo. Como niños, se conmovieron con el hecho de que muchos menores de edad son separados de sus padres y deben atravesar condiciones difíciles como aguantar frío.
Sin embargo, el compromiso de los niños con su comunidad no comenzó con el ataque de Rusia a Ucrania sino antes, en noviembre del 2021, cuando concluyeron que querían ayudar de una forma más directa. “Hacíamos donaciones a través de nuestro colegio pero nunca veíamos a la gente que se beneficiaba de ellas y queríamos interactuar y conectar con ellos”, relata Manuel.
Fue así como establecieron la organización que está dedicada principalmente a los niños de acogida y a la tercera edad. “Es un trabajo en equipo” como dicen ellos, pues cada uno eligió un rol de acuerdo a sus intereses personales.
“Es un honor para mi verlos dedicar tantas horas a ayudar a los demás porque en esta época todos necesitamos un poco de luz. Me gusta que puedan ver cómo la comunidad se une en momentos de necesidad y que pueden surgir buenas acciones en medio de algo negativo”, asegura la madre de Manuel, Martha Melcon, quien es Sargento de la Oficina de Asuntos Comunitarios de la Policía de Miami-Dade.
Ellos aseguran que mucha gente quiere ayudar pero no encuentra la manera de hacerlo. Por eso quieren ser un ejemplo a seguir e invitan a las personas a que se comuniquen con ellos a través de su perfil de Instagram @brothers_4_others si desean colaborar con los refugiados de Ucrania.
De Florida a Europa por tiempo indefinido
Silvia Lattova, abogada y dueña de THINK+feel Contemporary, una galería de arte en Delray Beach, también decidió asumir un papel activo frente a la crisis de Ucrania. De origen eslovaco y radicada en Estados Unidos desde hace 30 años, se encuentra actualmente en Eslovaquia ayudando a las víctimas del conflicto.
“Hasta el año pasado vivía en Delray Beach. Mi esposo compró un apartamento en Miami al que aún no he ido”, asegura Lattova, quien viajó a Eslovaquia para cuidar a su hermana enferma con planes de regresar a Miami que nunca se materializaron porque se atravesó una guerra por su camino.
“Mi hermana falleció en noviembre y cuando comenzó la guerra, en febrero, estaba en Praga lista para tomar un avión con escala de regreso a Florida. Cambié de planes y volví a Eslovaquia para ayudar a los refugiados en la frontera con Ucrania”, explica.
Su motivación principal nace de un hecho histórico: La invasión de la Unión Soviética a la antigua Checoslovaquia (que tras desintegrarse dio origen a los países de República Checa y Eslovaquia) en 1968 del que tantas veces le han hablado sus padres. “Vivimos bajo la ocupación soviética desde ese año hasta 1989. Queríamos ser un país democrático pero los rusos no nos dejaron”, comenta.
Cuenta que en ese entonces su país estaba indefenso frente a otro mucho más fuerte que lo invadió de la noche a la mañana, tal como ocurrió con Ucrania. “Conociendo el pasado, cómo podía quedarme sentada sin hacer nada mientras veía a todas esas mujeres y sus hijos tratando de escapar de su país”.
Sus ojos han presenciado escenas tristes como madres que de un momento a otro se convierten en cabeza de hogar mientras viajan a un país sin dinero y sin hablar el idioma mientras otros llegan a las fronteras en la noche y deben quedarse de pie en filas interminables hasta el otro día en medio del frío del invierno, con hambre y cansados.
Por esta razón viaja frecuentemente a las fronteras con todo tipo de suministros de primera necesidad que ha financiado con su propio dinero, con una colecta de dinero a través de Facebook y con una subasta benéfica de arte a la que se puede acceder en el siguiente link: https://www.charityauctionstoday.com/auctions/artists-tfc-auction-to-benefit-ukaine–30225
“Empecé esta subasta en línea con 20 piezas de arte de 13 artistas para ayudar a los refugiados que me encuentro acá. Si alguien puede donar dinero o hacer una oferta por una pieza de arte, por favor hágalo. En Florida, algunas personas dejan de comer por dieta, mientras aquí lo hacen de forma involuntaria, eso te da un poco de perspectiva”.
Otros enlaces para donaciones:
- United Way: https://www.unitedway.org/our-impact/work/no-nav/unitedforukraine#
- Sunny Isles Beach Government Center: https://www.sibfl.net/ukraine/
- HelpLifeinUkraine: https://helplifeinukraine.online/
- THINK+feel Contemporary: https://www.thinkfeelart.com/
- La Cruz Roja de Ucrania: https://donate.redcrossredcrescent.org/ua/donate/~my-donation?_cv=1
- World Central Kitchen: