La adicción es una enfermedad que comienza en la niñez.
Los padres tienen que estar alertas.
Por Jorge De Diego, MD
Addiction Counselor,
Doral Medicine Associates Medical director
En los últimos años hemos empezado a ver una cantidad mayor de padres en nuestras oficinas consternados sobre el posible uso de drogas por sus hijos y en la mayoría de los casos, sus dudas se convierten en realidad al ver los resultados de los análisis de laboratorio que son positivos sobre el uso de sustancias ilícitas.
Debemos actuar para prevenir su uso y evitar su adicción antes de lamentarnos de la problemática, y ver como uno de nuestros seres queridos se adhiere a la adicción.
La adicción es una enfermedad crónica del cerebro con recaídas, que se caracteriza por la búsqueda y el uso compulsivo de drogas, a pesar de sus consecuencias nocivas. Se le denomina así porque las drogas cambian al cerebro, modifican la estructura de este al igual que su funcionamiento. La adicción es parecida a otras enfermedades, como las del corazón, la diabetes, obesidad, etc. Estas enfermedades al igual que la adicción interrumpen el funcionamiento normal y saludable y por ende, conllevan a consecuencias dañinas. Sabemos que se puede prevenir y tratar y, si no se tratan, pueden durar toda una vida y conllevar a comportamientos peligrosos que se ven en las personas adictas.
En los estudios, las imágenes del cerebro de un drogadicto muestra cambios físicos en áreas del cerebro esenciales para ejercer y actuar juiciosamente en la toma de decisiones, aprendizaje, la memoria y control del comportamiento. Estos cambios físicos pueden explicar los comportamientos compulsivos y destructivos que resultan de la adicción. El cerebro continua desarrollándose hasta la edad adulta y sufre cambios dramáticos durante la adolescencia.
Las encuestas nacionales sobre el uso de drogas indican que algunos niños ya están abusando de las drogas a los 12 o 13 años de edad.
A pesar de los factores determinantes tanto biológicos o genéticos al igual que los factores del medio ambiente en que se desarrollan, la interacción positiva temprana entre los niños y sus familiares tiene que ser esencial para el desarrollo saludable de ellos… Su cerebro está en proceso de desarrollo y la adolescencia es un período importante para prevenir la drogadicción.
El ambiente del hogar es lo mas importante en la niñez. Los padres que abusan del alcohol, drogas, o que tienen comportamientos criminales, pueden aumentar el riesgo de que los niños desarrollen sus propios problemas con las drogas. Como padres debemos dar el ejemplo a aquellos que hemos traído al mundo y debemos aceptar esa responsabilidad con gran cariño y amor.
Los amigos son los que ejercen la mayor influencia en la adolescencia. A veces creemos que no conocemos a nuestros adolescentes y que nos los han cambiado por otro. Debemos estar vigilantes y no ser solo sus padres sino también sus amigos. Tenemos que actuar y buscar ayuda en el caso de que empecemos a ver si su rendimiento académico disminuye o si pierden sus habilidades sociales. Tenemos que estar alertas a cualquier cambio ya que esto puede ser un reflejo de los efectos dañinos que tienen y poseen las drogas sobre el cerebro en su fase de desarrollo.
El fumar una droga o inyectarla en una vena, aumenta su potencial adictivo. Las drogas penetran al cerebro en segundos, produciendo una sensación inicial intensa de placer. Sin embargo esa euforia intensa puede desaparecer en minutos y conlleva a una sensación de pesadumbre y esto hace que las personas vuelvan a drogarse con la intención de capturar nuevamente el estado de placer.
El uso de drogas inyectables también es un factor importante en la propagación de la Hepatitis B y C , que constituyen un creciente problema de salud pública. Además las drogas inyectables causan una forma de intoxicación que interfiere con el juicio y aumenta la probabilidad de comportamiento sexual de riesgo. Esto a su vez contribuye a la propagación del VIH/SIDA, y otras enfermedades de transmisión sexual.
Los programas de prevención funcionan reforzando los factores de protección y eliminando o reduciendo los factores de riesgo para el consumo de drogas. La prevención es la mejor estrategia. Los programas de prevención centificamente validados han demostrado que producen resultados positivos y se ha visto que pueden reducir significativamente el uso temprano del tabaco, alcohol y drogas ilícitas. El consumo de drogas disminuye cuando los jóvenes perciben que las drogas son perjudiciales.
Lograr que una persona adicta deje de abusar de las drogas es apenas una parte de un proceso largo y complejo de recuperación. Una persona que se somete a un tratamiento, es porque la adicción literalmente se ha apoderado de su vida. Las drogas han trastornado a estas personas en su vida, familia, trabajo y en la comunidad y es mas probable que sufran de otras enfermedades graves e infecciosas.
Es importante seleccionar un buen centro de rehabilitación donde tengan un programa comprensivo de servicios de terapias como consejeros para fomentar la recuperación de la adicción así como llenar las necesidades individuales de cada paciente desde necesidades médicas, psicológicas, sociales, vocacionales y legales. Debemos de fomentar programas de prevención en nuestras comunidades para nuestros niños, adolescentes así como futuras madres que en estos momentos están consumiendo substancias nocivas que pueden impactar sus futuros bebes.
He visto que intervenciones como la Risoterapia ayuda a la recuperación de esos adictos. Lo experimenté personalmente con la Sra. Erika Ruiz en el Centro de Rehabilitación “Concept House” en Miami donde cada uno de los residentes del centro recibieron con gran agrado la programación con un beneficio inmediato y probablemente a largo plazo.
Pensemos que como padres debemos de dar el ejemplo material y espiritual a nuestros hijos desde sus comienzos. Lleguen a su casa, abrazen e interactuen con sus hijos y denles el soporte necesario para un desarrollo positivo a tráves de su vida.