Mes de la Mujer: De las palabras a la acción

 

Por: Diana Bello Aristizábal

 

Llegó el mes en que las mujeres reciben regalos y palabras de agradecimiento que se replican cada 365 días con muy pocas variaciones. Si bien nadie puede negar que todo eso es bien recibido, pues haber logrado conquistar casi todas las esferas de la sociedad tras más de 100 años de lucha merece todo el reconocimiento posible, ¿qué tal si este año nos concentramos más en las acciones?

¿Qué estoy haciendo hoy por el progreso de la mujer? Es la pregunta que deberíamos hacernos todos, sin importar el género con el que nos identifiquemos, porque contrario a lo que algunos piensan, aun hay mucho por hacer y las palabras de agradecimiento, que abundan en las redes sociales y declaraciones corporativas, aunque no sobran, no están ayudando de fondo con esta causa.

Tiene más valor reconocer y difundir los problemas y barreras que siguen enfrentando las mujeres para avanzar a nivel personal y profesional y ejecutar acciones para solucionarlos, desde lo individual y como colectivo.

Esa es precisamente la invitación que se hace este año en la página web oficial del día internacional de la mujer bajo el lema ‘Acelerar la acción’ que parte de la base de que aunque recordar los logros alcanzados desde marzo de 1911, cuando se celebró el primer día internacional de la mujer de la historia, es importante, lo es aún más trabajar por un mundo igualitario todos los días.

Un mundo con igualdad de género es uno libre de prejuicios, estereotipos y discriminación, así como diverso, equitativo e inclusivo en el que se valoran y celebran las diferencias. Esto dista mucho de la realidad que vivimos marcada por la violencia contra la mujer, la discriminación laboral, la falta de acceso a la educación y la salud así como de libertad para ser, pensar y decir lo que se quiere en algunos lugares y la limitación de sus derechos sexuales y reproductivos.

 

Pequeñas y grandes acciones

Según el ritmo que se ha llevado hasta ahora en la lucha femenina, se calcula que pasarán cinco generaciones antes de que podamos alcanzar una total igualdad de género. Es decir, para el 2158 veríamos un mundo radicalmente diferente al actual, de acuerdo con datos del Foro Económico Mundial.

Este pronóstico es la motivación que necesitamos para trabajar en acortar ese tiempo desde ya. Un primer paso es apoyar o unirse a los grupos y organizaciones que trabajan arduamente, a gran o pequeña escala, por promover y proteger los derechos de las mujeres como, por ejemplo, ONU Mujeres, Global Fund for Women o MADRE, entre otras. Si no puede donar dinero, done tiempo a través de actividades de voluntariado.

Así mismo, si representa una corporación que organiza eventos en el día de la mujer o durante marzo, contemple incorporar en ellos un elemento de recaudación de fondos con el fin de facilitar recursos a organizaciones benéficas centradas en las mujeres. Éstas se dedican a ayudar a la mujer al proporcionarles herramientas para que tomen decisiones informadas sobre su salud, elevar su participación en eventos deportivos y promover su talento y habilidades, entre otras acciones. 

Hay que recordar que las corporaciones tienen una gran responsabilidad en el tema porque con sus políticas pueden contribuir con el avance o retroceso de las mujeres. Se ubican en el primer grupo cuando se preocupan por reclutar, retener y desarrollarlas sin estigmas ni sesgos de antaño, cuando les brindan oportunidades de liderazgo y toma de decisiones y cuando fomentan su acceso a campos reservados tradicionalmente a los hombres como los negocios, las ciencias o la tecnología.

A nivel individual, una acción que puede acelerar el cambio es denunciar actos de discriminación o acoso en entornos laborales o académicos y protestar, llamar la atención y educar cada vez que presencie comportamientos machistas. Tenga en cuenta que el micromachismo, es decir, los comentarios y actitudes que se han normalizado a través del tiempo y parecen inofensivos como decir ‘llora como niña’ o actuar con superioridad, perpetúa la desigualdad entre hombres y mujeres.

Para tal fin, utilice activamente sus redes sociales y aproveche cada ocasión en su vida personal. Una sugerencia es compartir recursos, conocimiento y opiniones que eduquen y cuestionen las creencias y prejuicios alrededor de la mujer desde su perfil. No piense que es descortés por alzar su voz en reuniones familiares o de amigos, pues pese a que nos han enseñado a callar cuando tenemos una opinión contraria a la mayoría, la realidad es que el silencio solo empeora el problema.

La página web oficial del día internacional de la mujer recomienda utilizar los hashtag #AccelerateAction y #IWD2025 en sus imágenes y mensajes de redes sociales para mostrar su solidaridad e incentivar a otros a ayudar a acelerar la acción dentro de su propia esfera de influencia. 

También haga uso de sus redes sociales para recomendar y apoyar negocios de mujeres con el fin de impulsar su crecimiento, promover un sentimiento de orgullo en torno a la mujer y empoderar a otras. Existen miles de empresas nuevas con gran potencial que necesitan visibilidad para posicionarse en el mercado y un post, una story o un like puede marcar la diferencia.

Otras acciones que puede emprender hoy son: leer libros sobre mujeres, especialmente si tienen un componente educativo o de sensibilización; si es padre o está a cargo de niñas inculcarles que no hay una forma “correcta” de ser niña y que merecen igualdad de oportunidades y si tiene un niño enseñarle a involucrarse en tareas domésticas y respetar a todos por igual; y mostrarse dispuesto a desaprender viejos patrones de pensamiento.

Si multiplicamos las pequeñas y grandes acciones a nivel individual y colectivo de manera sistemática con disciplina, consistencia y coraje podremos alcanzar una igualdad de género mucho antes de lo previsto.

 

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