Sophia Lacayo: Pongámosle caducidad a la injusticia
Por Sophia Lacayo
El ser humano no debe ser espectador de su destino sin inmiscuirse proactivamente en él. Si te pasas todo el tiempo esperando el maná del cielo es muy probable que te mueras de hambre o tengas que resignarte a una vida de migajas. Los obstáculos asustan pero que no te paralicen. En mi distrito, en ocasiones, me encuentro con personas que se limitan a observar de reojo la situación en sus países, la corrupción, los abusos, los atropellos y no hacen nada. Sin embargo, un cambio de rumbo es posible, más cuando la comunidad internacional abre los ojos frente al flagelo del totalitarismo y su peligroso alcance en las Américas.
Esta semana tuve la posibilidad de participar en un evento organizado por el Partido Español VOX en Miami, donde se dieron cita importantes voces de las diásporas cubana, venezolana y nicaragüense para analizar el impacto de estos regímenes totalitarios en el continente y en busca de iniciativas solventes para enfrentarles. Se expusieron los riesgos de las dictaduras y la expansión del castro-comunismo en detrimento de las libertades fundamentales de los pueblos.
Todavía con el dolor de la farsa electoral en Nicaragua, la represión y el encarcelamiento de rivales políticos, periodistas y miembros de la sociedad civil, aparte de todo el show de fuerza bruta orquestado en Cuba para impedir las manifestaciones pacíficas del 15 N; no podía callar o abrazar la inactividad. En nombre de los pueblos oprimidos un grito de libertad y para mi tierra la propuesta de expandir la denominada Ley Renacer con el apoyo de la comunidad europea.
El proyecto de ley titulado Reforzar el Cumplimiento de Condiciones para la Reforma Electoral en Nicaragua (RENACER, por sus siglas en inglés), propone nuevas iniciativas para monitorear, informar y abordar la corrupción del gobierno del Presidente Daniel Ortega y la de su familia, así como los abusos contra los Derechos Humanos cometidos por las fuerzas de seguridad nicaragüenses.
El eurodiputado Hermann Tertsch fue incisivo en una conversación posterior: “Miseria indescriptible, pobreza y muerte. En eso se resume el comunismo. Vamos a luchar contra este monstruo. Cuba es la cabeza de la serpiente del mal que se esparce por toda Latinoamérica y esa dictadura criminal ha sobrevivido paradójicamente gracias al apoyo de las democracias. Por eso tenemos que detener a todos los que sean cómplices de este crimen…Cada crimen que cometan ahora lo van a pagar junto a los tantos que tienen acumulados”.
El tardocastrismo sin misericordia esparce el terror, las técnicas represivas y el miedo. Es hora de que el mundo libre se agolpe en torno a la denuncia y el sueño de libertad. Venezuela y mi Nicaragua son dictaduras exportadas desde la Habana, pero están vencidas, depende de usted y de mi ponerle fecha de caducidad a la injusticia.
Articulo pagado por ‘Mujer Empoderate’