Sophia Lacayo: Se abre un nuevo capítulo en la red de escuelas públicas de Miami Dade.
Por Sophia Lacayo
Es fácil, en ocasiones, escribir como empresaria, como mujer, como esposa, como activista. Pero siempre es difícil escribir como madre. Indisolublemente a nuestra psiquis va ligado el sentimiento innato de buscar lo mejor para nuestros hijos. Verlos crecer en el mejor de los entornos, prepararlos para un futuro que, sin emprendimiento o vocación, cada día se hace más duro. Y esa educación, a pesar de que, como dice el refrán, comienza en casa; para nadie es un secreto que se solidifica en las escuelas y cuenta con un porcentaje importante en el crecimiento personal y el desarrollo profesional de nuestra descendencia.
Es algo inevitable. Por eso seguí tan de cerca el nombramiento del nuevo superintendente del distrito escolar de Miami Dade. Durante mucho tiempo nos acostumbramos a ver en los medios de prensa a Alberto Carvalho que parte rumbo a California. La Junta del Distrito condal después de una larga reunión de alrededor de ocho horas, para muchos innecesaria, eligió al doctor José Dotres como el sucesor de la vacante. Se veía venir. Estuvo cantado.
De igual modo se entrevistó públicamente al ganador junto a la doctora Rafaela Espinal y Jacob Oliva, los tres candidatos finalistas de una lista de 16 aspirantes.
“Tengo la oportunidad de regresar a este Distrito Escolar donde me crie desde niño y trabajé como profesional por tantos años con distintos maestros y líderes de escuelas. Creo que soy un afortunado al poder volver a Miami-Dade”, indicó Dotres, quien cuenta en su haber con una larga trayectoria en múltiples cargos de importancia y que, momento de su elección, ejercía como superintendente sustituto de las escuelas públicas del condado Collier.
“La razón principal detrás de mi decisión es continuar sirviendo a la comunidad que me dio la bienvenida cuando tenía 5 años, me ayudó a crecer hasta convertirme en un estudiante exitoso y me enseñó inglés como segundo idioma”, agregó.
Pero, a lo largo de la historia, las personas han aprendido a desconfiar de las palabras que, como dicen, se las lleva el viento. Una madre de mi distrito me preguntó dubitativa al escuchar signos de favoritismo en varios medios de prensa y le respondí, que al menos en el papel, Dotres amasa una envidiable trayectoria. Por varios años fue maestro de escuela en el condado, ejerció como director de la escuela primaria Hialeah Gardens Elementary, antes de desempeñarse en diversos cargos administrativos dentro del sistema escolar de Dade y Broward.
Sin embargo, todas las rosas tienen espinas. Dotres reside en el condado de Broward. Durante la entrevista, la doctora Lubby Navarro, miembro de la Junta, le preguntó “tenemos que incluir en la boleta de las próximas elecciones el impuesto para mantener el salario del departamento de policía de las escuelas. ¿Cómo usted va a pedirle a la comunidad ese sacrificio, si usted no es uno de ellos?”
En fin, que el que propone pagar no contribuye el mismo sino devengará un salario más que digno durante los dos años de mandato.
La decisión, en definitiva, fue dividida, seis miembros votaron por Dotres y tres por Oliva mientras que Espinal fue descartada.
Más allá de lo turbio que para muchos ha sido, Karla Hernández, presidenta del sindicato de maestros de las escuelas públicas de Miami Dade, señaló que la transparencia fue lo importante. y señaló que “cuando supimos que el superintendente se iba, comenzamos a hacer entrevistas entre los docentes para ver cuáles eran sus preocupaciones. Y lo más importante para ellos era elegir a alguien que hubiera sido maestro, que entienda la comunidad y la complejidad de un distrito tan grande y la necesidad de los estudiantes tan diversos de esta comunidad.”
Por encima de las disputas, las teorías de conspiración y las sospechas de una proceso selectivo y definido de antemano, está, como comentaba, el bienestar de los estudiantes y las decisiones que puedan impactar la parte educativa. Nos resta confiar en la capacidad de Dotres, y en su juicio. Luego evaluaremos su desempeño, no solo en torno a los alumnos sino también de los trabajadores de la red.
EL distrito escolar de Miami Dade es el cuarto más grande del país, estudian aproximadamente 334.000 alumnos atendidos por 41.000 empleados. El superintendente maneja un presupuesto de más de 7.000 millones de dólares.
Es fácil, en ocasiones, escribir como empresaria, como mujer, como esposa, como activista. Pero siempre es difícil escribir como madre. Nuestros hijos importan. A partir de febrero se abre un nuevo escenario. Seamos vigilantes y apoyemos a las escuelas, pero no tengamos miedo a escalar quejas fundamentadas si algo nos pareciera mal hecho. Usted y yo debemos ser protagonistas, no espectadores. Ojalá haya mucho que aplaudir y no que criticar.
Artículo de opinión pagado por ‘Mujer Empodérate’