Florida aprueba castigo corporal en escuelas.

En un movimiento que ha reavivado un antiguo debate sobre la disciplina en las aulas, Florida aprobó recientemente la ley HB 1255, que permite el uso de castigo corporal en las escuelas públicas. Si bien la práctica ya era legal en el estado, esta nueva legislación establece condiciones específicas para su aplicación, poniendo la decisión directamente en manos de los padres.

La Nueva Norma y Sus Requisitos

La ley HB 1255 no impone el castigo corporal, sino que regula su uso. La normativa detalla que, para que un castigo físico sea administrado, se deben cumplir tres requisitos principales:

• Consentimiento Parental Escrito: Los padres deben otorgar su consentimiento por escrito. Este requisito transforma el castigo corporal de una opción discrecional del distrito escolar a una que solo puede aplicarse con la autorización explícita de los padres.
• Presencia de Otro Adulto: La ley exige que otro adulto, además del educador que aplica la sanción, esté presente. Esta medida busca garantizar la transparencia y la rendición de cuentas durante el proceso.
• Explicación Escrita: La normativa estipula que los padres deben recibir una explicación escrita de la sanción. Esto garantiza que las familias estén informadas sobre la naturaleza de la falta y el castigo aplicado.

Si bien la ley otorga a los padres el poder de decisión, también ha provocado un debate a nivel nacional sobre los métodos de disciplina y sus efectos en el desarrollo infantil.

Florida en el Contexto Nacional

El castigo corporal en las escuelas públicas ha sido un tema de larga data en los Estados Unidos. Aunque la mayoría de los estados lo han prohibido, sigue siendo legal en al menos 17 de ellos. Florida es uno de los estados que han mantenido esta práctica. La medida lo sitúa en contraste con la tendencia nacional e internacional, donde la mayoría de los países occidentales han prohibido la disciplina física en los centros educativos.

La ley ha sido criticada por diversas organizaciones de derechos civiles y de salud, que argumentan que el castigo físico no solo es ineficaz para corregir el comportamiento, sino que también está vinculado con problemas de salud mental, bajo rendimiento académico y un aumento en la agresividad infantil.

Según los reportes del Departamento de Educación de Florida en el último año escolar, antes de que esta ley entrara en vigor, Florida ya había registrado 516 casos de castigo físico en 17 de sus distritos escolares, lo que evidencia que, a pesar de las controversias, la práctica continúa siendo utilizada en algunas zonas del estado. La nueva ley, con su énfasis en el consentimiento parental, parece fortalecer una práctica que, para muchos, pertenece al pasado.