Que su Salud Mental sea una Prioridad!

Por: María Alejandra Pulgar

Enero es el Mes Mundial de la Concientización sobre el Bienestar Mental, y no hay mejor momento que esta época del año para incluir en nuestros propósitos enfocarnos en cuidar nuestra salud y bienestar mental, así como tomar medidas para prevenir, detectar y brindar tratamiento a cualquier miembro de la familia que lo necesite.

Las estadísticas son alarmantes. Estamos apenas a mediados de enero y ya han ocurrido tres tiroteos en escuelas en los EE. UU., dejando dos personas muertas, diez heridas y cientos de afectados mentales por esos eventos. Cada año hay informes de tiroteos, accidentes o muertes en las que están involucradas personas que padecen enfermedades mentales, la mayoría de ellas sin tratamiento o diagnóstico. Es una crisis que hay que atender.

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 51,5 millones de adultos experimentan trastornos mentales cada año, y a uno de cada cinco niños recibe diagnóstico de salud mental. Durante años hablar de trastornos mentales fue un tabú en la sociedad. Las personas afectadas fueron estigmatizadas y, en muchos casos, institucionalizadas. Desaparecieron de sus familias; muchos fueron abandonados hasta morir en asilos u otras instituciones, donde sufrieron no sólo sus enfermedades sino también soledad y abusos físicos y mentales.

Hoy en día no es que más personas padezcan trastornos mentales, sino que se hace detección y diagnóstico, se habla abiertamente del tema y se toman acciones para generar conciencia y encontrar apoyo. Sin embargo, todavía queda trabajo por hacer para mejorar esta situación. El conocimiento sobre este importante tema puede salvar muchas vidas e impactar positivamente en la sociedad.

Identificación de trastornos mentales y posibles tratamientos.

Entre los trastornos mentales más comunes se encuentran ansiedad, depresión, bipolaridad,  trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), esquizofrenia, estrés postraumático (TEPT) y los trastornos alimentarios. Todas estas condiciones interfieren con la capacidad de una persona para funcionar y ser productiva en su vida.

Las consecuencias de dejar a esas personas mal diagnosticadas, ignoradas o desatendidas tienen un tremendo impacto en la sociedad. La productividad escolar y laboral y la economía se ven afectadas por el ausentismo causado por problemas mentales; y los tiroteos masivos, suicidios, violencia doméstica, abuso de sustancias y muchos otros eventos sociales generalmente tienen involucrados trastornos de salud mental.

La Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI), una organización para educar, proporcionar recursos y generar conciencia sobre la salud mental, enumera entre los signos y síntomas más comunes de problemas mentales en adultos y adolescentes los siguientes: cambios extremos de humor; miedos o preocupaciones excesivas; delirios, paranoia, alucinaciones; incapacidad para hacer frente a los problemas diarios; fatiga e insomnio significativos; alejamiento de amigos o actividades; cambios en los hábitos alimentarios; abuso de alcohol o drogas; ira excesiva o violencia y pensamientos suicidas.

Desafortunadamente, a veces las personas notan esos signos cuando ya es demasiado tarde. Las causas de las enfermedades mentales pueden ser genéticas, ambientales, biológicas y psicológicas. Hablar de problemas mentales y emocionales debería ser normal durante los controles médicos periódicos para abordar cualquier situación particular antes de que se agrave.

Hoy en día los planes de seguro médico incluyen cobertura porque no es un lujo cuidar la salud mental. El acceso a asistencia profesional para un diagnóstico y tratamiento precisos puede marcar una diferencia importante para la persona y la sociedad en general. Se podrían haber evitado innumerables tragedias si una persona con problemas mentales hubiera sido diagnosticada y atendida a tiempo. El suicidio es una de las principales causas de muerte en todo el mundo y puede prevenirse. Hay recursos para ayudar a quienes tienen dificultades y a sus familias.

El curso de acción depende del diagnóstico; entre los tratamientos más comunes para los problemas mentales se encuentran la psicoterapia y los medicamentos; en casos más graves o agudos que requieren una intervención intensiva, es posible que se requieran hospitalizaciones y otros tratamientos más invasivos para estabilizar a la persona y mejorar su resultado y calidad de vida.

Prioriza proteger tu salud mental

La salud mental es fundamental para el bienestar general de una persona. No es un lujo ni un egoísmo priorizar el autocuidado para proteger la salud mental y mejorar la calidad de vida. El estrés normal de la vida puede resultar abrumador para cualquier persona, más aún para una persona con un trastorno mental; con tratamiento adecuado, pueden desarrollar su capacidad de afrontar y aprender a gestionar situaciones extremas para seguir siendo miembros productivos de la sociedad.

Tomar medidas para preservar y mejorar la salud mental requiere ser consciente y abordar las necesidades físicas, emocionales y espirituales. La forma principal es practicar el autocuidado; hacer ejercicio, establecer expectativas y límites con los demás, encontrar una práctica espiritual e incorporar actividades de la vida diaria que aumenten los sentimientos de logro, gratitud, paz y alegría son medidas científicamente probadas para aumentar la salud mental de las personas.

Controlar las reacciones ante situaciones estresantes es importante porque el estrés prolongado afecta no sólo la salud mental sino también la física. Buscar ayuda y apoyo profesional para la persona afectada le permite recuperar su salud mental y su bienestar general.

Si usted o un ser querido necesita apoyo de salud mental, existen recursos para ayudar y una línea directa de crisis. Puede encontrar más información en https://www.floridahealth.gov/programs-and-services/prevention/mental-health/links.html