El Otoño y las Alergias Alimenticias.
Dra. Elena Ubals
La estación de otoño por ser temporada de cosechas y acopio, es también, de antaño, época de grandes fiestas, verbenas, ferias y romerías que celebran la abundancia y prosperidad con amplio despliegue de manjares y golosinas.
La naturaleza suavizada y vestida de oro, nos ofrece la merecida recompensa por nuestra ardua faena. Es ocasión de plenitud y satisfacción, cuando familia y amigos se reúnen alrededor de la mesa a deleitar recetas de la abuela a prueba del más exigente comensal. Para los que vivimos en el sur de la Florida, los festejos comienzan con Halloween seguidos rápidamente por el Día de los Difuntos luego por el Día de Acción de Gracia, culminan con las fiestas Navideñas, Año Nuevo y terminan con Los Reyes Magos.
Se suceden tan deprisa que tal parece que al repartir las golosinas a los niños disfrazados, ya se terminó el año. Es una vertiginosa cadena de fiestas culinarias envuelta en el caluroso reencuentro con seres queridos. Es sin duda, la temporada más hermosa. Es también sin duda, la época de recetas más elaboradas y complicadas; platos fuertes con salsas contundentes, embutidos, postres con nueces, pescados, mariscos, vinos y champaña. En fin, toda una explosión gastronómica. Cabe recordar, sin deslucir las fiestas, y por razones obvias, que en esta temporada se producen la mayoría de reacciones alérgicas alimenticias.
La incidencia de reacciones alérgicas en adultos se estima alrededor del 1 % de la población y en niños, algo mayor, abarcando hasta un 6 a 8 % en niños menores de 3 años. Por razones aún desconocidas, la incidencia de reacciones alérgicas alimenticias está incrementando. Por ejemplo, la alergia al maní o cacahuete ha aumentado en algunos países como Estados Unidos. Cualquier alimento es capaz de desencadenar una reacción alérgica, pero los alimentos comúnmente implicados en la gran mayoría de las reacciones alérgicas son la leche de vaca, la clara de huevo, el maní o cacahuete, las nueces, el trigo, el pescado y los mariscos.
La reacción alérgica propiamente dicha es una reacción inmunológica a la proteína del alimento que casi siempre ocurre súbitamente después de la ingesta del alimento y va acompañada de urticaria o ronchas en la piel, edema o hinchazón, dificultad respiratoria y hasta descenso de presión arterial con pérdida de conocimiento. Esta reacción puede ser muy peligrosa y hasta fatal. La persona así afectada debe acudir a un especialista de alergias para confirmar la alergia a través de prueba de sangre o prueba cutáneas, debe además evitar la ingesta del alimento en cuestión y llevar consigo la adrenalina autoinyectable para usarla en caso de reacción alérgicas causada por la ingesta accidental del alimento.
Existen otros tipos de reacciones alérgicas inmunológicas, como el eczema o dermatitis atópica, condición dermatológica especialmente frecuente en niños que se manifiesta con picazón y erupciones recurrentes de la piel. La dermatitis atópica a veces está relacionada con la ingesta de ciertos alimentos. Las reacciones alérgicas deben diferenciarse de otras reacciones relacionadas con ingesta de alimentos como la intolerancia alimenticia, las reacciones tóxicas, infecciosas y las indigestiones. Por ejemplo, la intolerancia a la lactosa, un carbohidrato de la leche, es una condición muy corriente que se manifiesta con dolor abdominal, flatulencia y diarrea después de ingerir leche.
Las reacciones tóxicas como la ciguatera que se produce por la ingesta de pescado contaminado por la toxina o la escombriosis que se produce por la ingesta de pescado descompuesto, pueden confundirse a primera vista con reacciones alérgicas. Afortunadamente, las indigestiones que son las aflicciones más frecuentes en general y en esta época festiva en particular, en su gran mayoría, no tienen importancia.
De modo que a disfrutar las fiestas con moderación y ojo con el invitado alérgico, sobre todo si es un niño. Buen provecho!