Aumentan los casos de violencia doméstica en Doral
Por: Diana Bello Aristizábal
Vivimos en una sociedad violenta con personas dispuestas a golpear o sacar un arma ante la menor provocación. Sin embargo, no deja de sorprender que la violencia también se viva a puerta cerrada, en los hogares, que deberían ser refugios del mundo hostil en el que convivimos.
Para muchas personas no lo son y el problema parece ir en aumento. Así lo demuestran las últimas cifras de la Policía de Doral según las cuales, de enero a diciembre del 2022 hubo un aumento del 39% a nivel local en arrestos por violencia doméstica en comparación con el mismo periodo del 2021. Además, este año hubo un aumento del 7% en altercados domésticos.
De acuerdo con la definición del Florida Department of Law Enforcement, se le llama violencia doméstica a cualquier agresión o agresión agravada, lesión o lesión agravada, agresión o lesión sexual, acoso, secuestro, detención ilegal o cualquier ofensa criminal efectuada por una persona sobre un miembro de su familia que haya acarreado daños físicos o la muerte sobre este último.
En este sentido, no se habla de violencia doméstica únicamente cuando ocurre entre una pareja de casados, pues el requisito para que sea catalogado como tal, es que haya una relación entre la víctima y el autor del delito por sangre, matrimonio, porque convivan o hayan convivido en el mismo espacio físico en el pasado o porque tengan hijos en común.
Los altercados domésticos, por su parte, no suponen una ofensa criminal. Se trata de discusiones salidas de tono entre miembros de la familia que, en ocasiones, son reportados a la policía pero que no implican un daño físico.
“Si usted está sufriendo algún tipo de abuso sea físico, verbal o sicológico, puede acercarse a la Policía de Doral donde será guiado sobre los recursos a los que puede acceder. Nadie tiene porqué quedarse atrapada (o) en una situación de abuso”, asegura la capitana Nancy Fernández de la Policía de Doral, quien añade que muchas veces un altercado termina convirtiéndose en un caso de violencia doméstica cuando no se busca ayuda a tiempo.
Al respecto, es preciso aclarar que el estatus migratorio de la víctima no debe servir de impedimento para denunciar un caso de violencia doméstica en cualquier departamento de policía de cualquier municipalidad.
“No estamos acá para preguntar su estatus migratorio. Nuestro enfoque es ayudar a la víctima de violencia doméstica sin importar si reside en el país de forma legal o no, si está en calidad de turista o de residente”, enfatiza la Capitana Fernández.
Otra secuela de la pandemia
El aumento de los casos de violencia doméstica comenzó a gestarse en el 2020 con la llegada de la pandemia cuando las familias comenzaron a sortear dificultades económicas, laborales y de salud mental. “Las dinámicas familiares cambiaron radicalmente y eso trajo consigo mucho estrés”, explica la Capitana Fernández.
Así mismo, el estado nacional de la economía con el incremento del costo de vida ha obligado a muchas familias a compartir el techo con otras y esto ha influido en que haya más roces.
Por esta razón, la violencia doméstica no es únicamente un problema creciente en Doral sino en todo el país. “A nivel nacional, el número de casos ha aumentado en un 8.1% desde el 2020”, asegura Dr.h.c. Rachel Tourgeman, Presidenta y CEO de ‘On Point with Rachel Tourgeman’, un programa digital en el que se aborda, entre otros, este tema.
La también fundadora de Powerhouse Workshops, empresa que se dedica a educar a la comunidad sobre cómo gestionar la ira y comunicarse de forma efectiva no violenta, y quien se ha dedicado por años a combatir el flagelo de la violencia doméstica, afirma que en la actualidad 1 de cada 4 mujeres son víctimas de esto, mientras lo sufren 1 de cada 9 hombres. “Este es un problema internacional de salud pública”, añade.
Se trata de un delito muy serio que trae consecuencias en todos los niveles tanto para el perpetrador como para la víctima y los menores de edad involucrados y sobre el que es urgente educarse para disminuir las cifras.
En cuanto al autor, además de quedar con un récord criminal, debe cumplir con una serie de requisitos antes de quedar en libertad y, en ocasiones, los cargos no son retirados aunque la víctima quiera hacerlo.
“Muchas víctimas llevan un tiempo extendido viviendo en una situación de abuso, quizás aisladas de familiares y amigos, controladas financieramente y con la autoestima baja. Por todo esto, no tienen la capacidad de tomar decisiones a favor de sí mismas, en cuyo caso el estado puede determinar imputar cargos para protegerlas”, explica el Capitán Leonel Ochoa de la Policía de Doral.
En cuanto a las secuelas que quedan en las víctimas, éstas tienen más propensión al suicidio, la depresión, la ansiedad y las infecciones ginecológicas cuando la violencia es de carácter sexual, entre otras que comprometen seriamente su salud física, mental y emocional.
Por su parte, los niños, aún cuando no hayan sido el blanco directo de este delito, enfrentan consecuencias a largo plazo tras haber presenciado violencia en sus hogares. “Ellos tienen 10 veces más posibilidades de convertirse en abusadores cuando crezcan, con lo cual estamos creando un ciclo de violencia”, explica la Dra. Tourgeman.
Estrategias y recursos
Parar el ciclo de la violencia doméstica es responsabilidad de todos. Para lograrlo, de acuerdo con la Dra. Tourgeman lo más importante es instruirse sobre cómo manejar la emoción de la ira y cómo resolver conflictos a través de una comunicación pacífica y asertiva.
“Hay una relación directa entre la ira y la violencia doméstica. Si aprendemos a controlar esta emoción, poco a poco vamos a ver una reducción de este problema. Sin embargo, esto requiere de un esfuerzo concertado”, asegura la experta, quien desde Powerhouse dicta talleres dirigidos a niños, jóvenes y empresas para dominar esta habilidad.
Sus talleres se enfocan principalmente en brindar estrategias de modificación de comportamiento que culminen en el control de la ira, la cual puede jugar a favor o en contra de quien la siente dependiendo de cómo se canalice.
“Lo primero es reconocer las señales físicas de ella como, por ejemplo, un aumento en la presión sanguínea. Después se puede aprender a desescalarla, lo que se hace de diferentes formas como llevando la mente a un lugar de calma o simplemente retirándose de una situación antes de reaccionar”, comenta.
Lo anterior constituyen estrategias preventivas para mantener la armonía en el hogar. Sin embargo, si usted es víctima de violencia doméstica, busque ayuda lo antes posible y tenga un plan de escape.
Puede llamar al 305-547-0177 correspondiente al programa M.O.V.E.S (Mobile Operations Victim Emergency Services) que atiende de lunes a viernes de 5 p.m. a 5 a.m. y las 24 horas del día los fines de semana y durante las fiestas.
También puede comunicarse con el Departamento de Acción Comunitaria y Servicios Humanos del condado de Miami-Dade, llamar a la línea de violencia doméstica 1-800-500-1119 que funciona las 24 horas del día o al teléfono 786-275-4364 de la organización Survivor’s Pathway.
Tanto víctimas como testigos de violencia doméstica pueden llamar a la Policía de Doral al 305-593-6699. Estos últimos pueden hacerlo de forma anónima si así lo desean, mientras las víctimas pueden acercarse a la estación ubicada en la dirección 6100 NW 99th Ave, Doral, FL 33178, si lo consideran más seguro o discreto.
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