Café con la Comunidad: Seguridad y respeto a las leyes

 

Por: Diana Bello Aristizábal

 

Hacer de la ciudad de Doral una comunidad segura en la que prime el bien común es una de las metas que comparten sus habitantes. Este fue precisamente el tema que se abordó en el último ‘Café con la Comunidad’ que organizó Doral Family Journal.

Al respecto, los asistentes al evento, entre los que estaban residentes, concejales de la ciudad y miembros de la Policía de Doral, estuvieron de acuerdo en que la llegada masiva de inmigrantes que no saben cómo funciona el sistema y el acelerado ritmo de vida, entre otros factores, están amenazando la sana convivencia entre todos.

Una de las problemáticas identificadas es que muchos residentes no acatan las normas de tránsito. Este hecho motivó la creación de una resolución que apoyara la ley estatal SB588, la cual autoriza a las ciudades implementar sistemas de detección de velocidad en zonas escolares para multar a los infractores. Dicha resolución fue adoptada por unanimidad por el Concejo de Doral hace unos meses.

“Queremos que nuestra comunidad escolar tenga la mejor seguridad de todo el condado. Esta resolución nos va a ayudar a que las calles sean más seguras porque el exceso de velocidad representa un peligro para los estudiantes y maestros que están cruzando la calle. En este momento estamos en el proceso de evaluar cómo implementar estos sistemas”, asegura la concejal Maureen Porras, proponente de la resolución.

El afán es una de las razones por las cuales la gente conduce a alta velocidad, piensa el Vice Alcalde Oscar Puig-Corve. “Todas las mañanas veo niños cruzando la calle y conductores que no esperan y solo aceleran. Esto puede llevar a que ocurra una tragedia”, comenta.

Para Zaida Ramírez, residente de Doral, el problema está en que el crecimiento poblacional ha hecho que se vaya perdiendo el respeto por las leyes. “Muchos traen las malas costumbres de sus países y las quieren aplicar acá. Por eso, pienso que debería haber sanciones más duras, pues la gente no cambia si no le duele el bolsillo”.

“Es un problema de educación”, dice la residente Mireya Goni Camejo, para quien resulta incomprensible que, por ejemplo, una persona haga un cruce prohibido solo porque no tiene tiempo de esperar, situación que se repite con frecuencia.

Sin embargo, la rotación constante de residentes hace que sea más difícil para la policía educar a la población sobre las leyes de manera uniforme. Antes las asociaciones tenían más propietarios que inquilinos, mientras en la actualidad es al revés. Los inmigrantes nuevos que llegan a las comunidades de alquiler no alcanzan a entender bien cómo funciona el sistema cuando ya se están yendo.

Para el Jefe de la Policía de Doral, Edwin López, ha sido un reto reclutar oficiales porque la gente joven está eligiendo otras carreras. Sin embargo, con la ayuda del gobierno local se ha podido agregar más posiciones y organizar más eventos para educar a la comunidad. “Tenemos más oficiales en la calle que nunca y por eso el crimen se ha reducido en un 10% este año”, dice.

“La policía no puede estar en todas las esquinas a toda hora porque su accionar es limitado. Tenemos que ayudarlos a hacer su trabajo comportándonos de manera cívica”, asegura Mireya Goni Camejo.

Zaida Ramírez propone divulgar información directamente a las asociaciones de condominios sobre temas claves como normas de tránsito y lo que se puede y no se puede hacer en Doral con el fin de que los residentes nuevos se vayan educando.

Y es que muchos no son conscientes de que las decisiones individuales pueden tener un impacto a nivel colectivo. Este es el caso de quienes sub alquilan habitaciones dentro de una propiedad pese a que está prohibido.

“Cuando alguien aplica para alquilar una propiedad se le solicita una verificación de antecedentes, cosa que no ocurre si se renta una habitación. El problema es que puedes estar metiendo, por ejemplo, a un pedófilo a tu casa sin saberlo”, opina el Vice Alcalde Puig-Corve. Esto no solo pone en riesgo la integridad de quien sub alquila, sino también de toda la comunidad, pues se abre una puerta para que personas peligrosas ronden en nuestras calles.

Pero la educación no solo se debe enfocar en los adultos sino también en los niños y adolescentes que muchas veces pasan más tiempo detrás de una pantalla que compartiendo en familia. “Estamos viendo que un gran número de niños crecen solo con un padre que tiene hasta dos trabajos. ¿Entonces quién los cría? Pues, el celular”, asegura el jefe Lopez.

Por esta razón, en las escuelas de Doral, especialmente los chárter, en los que la policía local tiene más injerencia, se ha venido trabajando en educar a los estudiantes a través de programas como D.A.R.E., que ayuda a prevenir el consumo de sustancias ilícitas en la juventud, y simulacros de tirador activo. Todo esto con el propósito de que tengan más confianza en la autoridad y de enviar el mensaje a la población, de que en Doral hay una política de 0 tolerancia al crimen.

“Las leyes están hechas para cumplirse y lo mínimo a lo que podemos aspirar todos es a respetarnos y a hacer un buen uso de nuestra libertad”, concluye Ana Frost.

 

 

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