SI ERES VETERANO, PUEDES COMPRAR TU CASA SIN PAGAR INICIAL
Los financiamientos para veteranos, les permiten a quienes sirvieron o sirven al país, acceder a préstamos hipotecarios sin un pago inicial y con condiciones de interés más favorables.
Por: Edda Pujadas
Una de las celebraciones del mes de noviembre es el “Día de los Veteranos” en el que se honra a todos los que han servido en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, tanto en tiempos de guerra como de paz. Es un día para expresar gratitud y reconocimiento a quienes han defendido la nación.
Parte de esta gratitud que el país muestra a los veteranos, se ve reflejada en los beneficios que pueden obtener para comprar su casa. El Departamento de Asuntos de Veteranos de Estados Unidos (VA), brinda una alternativa atractiva para los veteranos y sus familias, ya que ofrece una estructura de préstamo hipotecario que no requiere pago inicial y brinda tasas de interés más accesibles.
Este programa, iniciado en 1944, surgió como parte de la Ley de Reajuste de los Militares, conocida popularmente como el “G.I. Bill” y tenía como propósito ayudar a los veteranos de la Segunda Guerra Mundial a reintegrarse a la vida civil y construir una estabilidad económica, proporcionando beneficios para la educación, formación laboral y acceso a préstamos hipotecarios sin necesidad de un pago inicial.
Este tipo de hipoteca, mejor conocida por sus siglas en inglés (VA), fue una de las primeras iniciativas en su tipo que permitió a los veteranos acceder a préstamos hipotecarios sin un pago inicial y con condiciones de interés favorables. Además, al estar garantizados por el gobierno, estos financiamientos reducían el riesgo para los prestamistas y eliminaban la necesidad de seguros hipotecarios privados (PMI), lo que hacía más accesible la compra de una vivienda.
¿COMO APLICAR?
En líneas generales, esta es una opción de financiamiento exclusiva para aquellos que han servido o están sirviendo activamente en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, así como para algunos miembros de la Guardia Nacional y Reservistas y cónyuges de militares caídos en combate o debido a discapacidades relacionadas con el servicio.
No todos los que han prestado servicio en las Fuerzas Armadas califican para un préstamo del VA. Deben cumplir al menos uno de estos requisitos para calificar: haber servido 181 días de servicio activo en período de paz, haber servido 90 días consecutivos de servicio activo en período de guerra, haber cumplido más de seis años de servicio en la Guardia Nacional o la Reserva o 90 días bajo el Título 32 con, al menos, 30 de esos días siendo consecutivos.
Es importante que, si aspiras a obtener un financiamiento VA, obtengas un Certificado de Elegibilidad (COE, por sus siglas en inglés). Este es el primer paso y los debes solicitar al Departamento de Asuntos de Veteranos, el cual confirma que el solicitante cumple con los criterios de servicio. La constancia que deberás presentar varía según si eres un militar en servicio activo, un veterano de guerra o un cónyuge sobreviviente, por ejemplo.
Este Certificado de Elegibilidad puede obtenerse en línea a través del portal eBenefits (https://www.ebenefits.va.gov/ebenefits/homepage), igualmente, en la página web del Departamento de Asuntos de Veteranos (VA.gov) o incluso, por medio de un prestamista aprobado por la agencia VA.
Aunque los préstamos VA no establecen un puntaje de crédito mínimo, la mayoría de los financistas requieren una puntuación de al menos 580. Este requisito puede variar dependiendo del prestamista y la situación financiera general del solicitante y su familia.
Al igual que en cualquier tipo de préstamo, se analizará la relación deuda-ingreso, es decir, hay que demostrar que los ingresos del solicitante sean estables y suficientes para pagar las mensualidades de préstamo, así como sus otras deudas y compromisos financieros necesarios para la sobrevivencia diaria.
Una característica de vital importancia de los préstamos VA es la ocupación de la propiedad, ya que sólo pueden utilizarse para viviendas principales, lo que significa que el veterano debe ocupar la propiedad en un plazo razonable tras el cierre del préstamo (generalmente dentro de los primeros 60 días) y utilizarla como su residencia permanente. No pueden usarse para propiedades de inversión o vacacionales.
Detallando los beneficios de los financiamientos de la VA, el hecho de que no requieran un pago inicial, elimina una de las barreras financieras más grandes para muchos compradores. A esto se le suma que limitan ciertos costos de cierre, lo que ayuda a los solicitantes a ahorrar en los gastos iniciales.
Adicionalmente, no necesitan seguro hipotecario (PMI). Los préstamos convencionales generalmente requieren el pago del PMI si la inicial es menor al 20% del precio de compra de la propiedad. Los préstamos VA eliminan este costo, lo cual puede reducir significativamente el pago mensual.
A pesar de sus numerosos beneficios, los préstamos VA también presentan algunas desventajas, pues, aunque no se requiere el pago del PMI, sí incluye una tarifa de financiación que varía según el monto del préstamo y si es el primer uso del beneficio o uno subsecuente. Para solicitantes con discapacidades relacionadas con el servicio, esta tarifa puede ser eximida.
Con respecto a la vivienda a comprar, este tipo de préstamo te permite adquirir casas unifamiliares y multifamiliares (hasta cuatro unidades y debes vivir en una de ellas), townhouses y condominios aprobados por la VA. Eso si, es necesario que la propiedad cumpla con ciertos estándares mínimos de habitabilidad, lo que puede limitar la selección de casas en el mercado de re-venta o con necesidad de reparaciones.
Lo cierto es que, desde su creación, el programa ha sido una herramienta fundamental para millones de veteranos y sus familias, facilitando el acceso a la propiedad de vivienda y ayudando a crear comunidades estables en todo el país. Desde su inicio, ha ayudado a más de 25 millones de veteranos y sus familias a comprar un hogar en Estados Unidos.