Tras una decepción amorosa: ¿Existe el síndrome del corazón roto?
Por: Diana Bello Aristizábal
‘Me duele el corazón’ o ‘tengo el corazón roto’ son algunas de las frases típicas que por años han repetido las personas cuando sufren una decepción amorosa, pues en ocasiones el dolor emocional es tan fuerte y, para muchos, se ubica en el pecho que en realidad se siente como una enfermedad. Pero apartándonos del discurso en torno al romance, ¿pueden los impactos emocionales afectar realmente la salud cardíaca?
“El corazón literalmente no se rompe pero sí existe una enfermedad que tiene más de 25 años de ser documentada y se trata de la miocardiopatía de Takotsubo (MTT). Quienes la padecen, experimentan una dilatación en la parte distal del ventrículo, lo cual se parece a un ataque cardíaco”, afirma Maria Carolina Delgado-Lelievre, MD directora fundadora del AHA-certified University of Miami Comprehensive Hypertension Center.
A primera vista puede confundirse con un infarto porque el paciente llega a la sala de emergencias con un dolor muy fuerte en el pecho y dificultad para respirar pero cuando se hace, por ejemplo, un cateterismo, que examina cómo están las arterias del corazón y se encuentra que no están bloqueadas se descarta esta posibilidad.
Esta condición, también conocida como síndrome del corazón roto, se manifiesta en el organismo luego de que se liberan catecolaminas como respuesta a un episodio de estrés emocional agudo de cualquier tipo y no solo vinculado a una decepción amorosa como perder una suma importante de dinero o un bien preciado, a un familiar o cualquier evento que la persona según su sensibilidad particular asuma como severo.
“Generalmente ocurre más en mujeres que en hombres porque nuestro sistema nervioso central es más susceptible a las emociones y somos más propensas a estresarnos”, explica la Dra. Delgado-Lelievre, quien añade que para que un individuo sufra de esta enfermedad tiene que aparecer lo que ella denomina ‘la tormenta perfecta’ que se produce cuando una emoción se sale de control.
La buena noticia es que no es una enfermedad frecuente en la población y, por lo general, no deja secuelas, salvo casos aislados de insuficiencia cardíaca que puede resolverse, ni tiene una duración de más de 2 semanas.
Sin embargo, si deja una gran lección en quien la padece y es que nadie debería terminar en el hospital por no saber gestionar una emoción adecuadamente o si se trata de una pena de amor por no poder aceptar el fin de una relación de pareja.
“Nadie puede evitar completamente el estrés pero nuestra respuesta frente a él es lo que lo hace severo. Por eso, tenemos que aprender obligatoriamente a gestionar el estrés emocional porque si no lo hacemos y respondemos de manera exagerada podemos perjudicarnos a nivel físico”, advierte la también asistente docente de medicina.
Pero gestionar correctamente emociones como, la depresión o la rabia no consiste en ocultarlas o callarlas cuando aparecen, pues en ocasiones expresarse puede de hecho ser mejor para la salud. “La carga cardiovascular del que no expresa sus emociones es mayor en comparación con quien sí lo hace”, asegura la Dra. Delgado.
Transitando el fin de una relación
Así como es importante hablar abiertamente de lo que sentimos frente a los diferentes retos que nos presenta la vida, hay que procurar no quedarse en el dolor de la pérdida de una relación de pareja y liberarnos de la carga emocional que conlleva no solo para prevenir la miocardiopatía de Takotsubo sino otros problemas asociados al estrés como la presión arterial alta que es de mayor gravedad.
“Hay una relación proporcional entre el estrés emocional agudo y el aumento de la presión arterial y el que sufre de esto tiene un mayor riesgo de convertirse en víctima de un infarto o de un accidente cerebrocardiovascular”, asegura la especialista.
Así las cosas, ¿qué podemos hacer hoy en día para superar y gestionar el fin de una relación romántica en la era del ghosting, las relaciones casuales, el miedo al compromiso y las citas en línea para evitar que generen un impacto en nuestra salud general y cardíaca?
“Muchas personas experimentan el fin de una relación como un alivio debido a que no tienen que lidiar más con el estrés que les producía discutir diariamente o enfrentar los problemas que llevaron a la ruptura. Por lo cual, rápidamente pueden conectarse con su círculo de apoyo y salir adelante”, asegura el Dr. Brian Doss, docente y director del programa OurRelationship de la Universidad de Miami.
No obstante, a quienes les toma por sorpresa la ruptura suelen tener mayores dificultades para salir de la depresión o el estado de dolor que acompaña una decepción amorosa.
“Pasar por un corto periodo de duelo en el que se experimente la pérdida y se tome el tiempo de procesar lo que pasó es normal y necesario aunque se debe hacer un esfuerzo por reestablecer las conexiones con amigos o familiares lo más pronto que sea posible”, advierte el Dr. Doss.
Así mismo, es importante mantenerse ocupado, acompañado y activo superada esa etapa inicial del duelo, ya que existe evidencia de que hacerlo constituye el antídoto perfecto contra la depresión y otros problemas de salud mental vinculados a las rupturas amorosas. “Mi recomendación principal es no aislarse aún cuando esto sea lo único que se quiere hacer para evitar sentimientos de soledad y desasosiego”, añade.
Pero si la voluntad propia no alcanza para lograr superar el fin de una relación de pareja, lo más conveniente es pedir ayuda bien sea profesional o de amigos y familiares. En este sentido, hay que encontrar a alguien que impulse al que está padeciendo el dolor emocional a salir de su zona de comfort en lugar de retorcerse en la pena.
“Es natural que alguien con depresión no sienta la motivación para salir de casa. Aún así, si no se hace un esfuerzo por pasar esta barrera, se corre el riesgo de entrar en un círculo vicioso en el que cada vez la depresión sea más severa porque hay ausencia de diversión”, concluye el Dr. Doss.