El poder del ejemplo en el crecimiento personal

 

Por: Diana Bello Aristizábal

 

Noviembre es el National Inspirational Role Models Month (mes nacional de modelos inspiradores), cuyo objetivo es destacar la importancia de contar con un modelo de referencia que nos inspire a superar los obstáculos y alcanzar nuestro máximo potencial. Para muchos, esto ha sido clave para sortear la pandemia del coronavirus que ha dejado a su paso problemas de salud mental, crisis financiera y desempleo, entre otras cosas.

Pero en medio de ese panorama, cada uno de nosotros, quizás sin querer, hemos servido de ejemplo a otras personas que comparten nuestros sueños y metas o están viviendo situaciones difíciles similares a las nuestras y no saben cómo salir de ellas.

Hemos sido modelos inspiradores cuando publicamos un post en redes sociales, damos un consejo o tenemos una actitud positiva que motiva un cambio real en alguien más y lo alienta a crecer como persona.

“Todos los seres humanos necesitamos inspiración porque aprendemos de lo que vemos afuera. El cerebro se activa a través de las neuronas espejo que son las que nos hacen imitar comportamientos, estados de ánimo, emociones y muchas características que nos van definiendo”, dice Natalia Aristizábal, sicóloga, life y corporate coach,

Es precisamente por esa condición humana que no se necesita ser una celebridad o un influencer para convertirnos en un ejemplo a seguir, pues muchas veces las personas más cercanas a nosotros son quienes ejercen una mayor influencia y, de alguna manera, están estrechamente relacionadas con la forma en que nos proyectamos al mundo.

“Las cinco personas con las que más tiempo pasas son a las que más terminas imitando. Aunque no queramos, nos terminamos pareciendo a ellos. Por eso, hay que rodearse de personas que nos aporten y nos ayuden a cumplir nuestros objetivos”, aconseja la especialista.

Pero imitar no significa convertirse en una réplica de otra persona sino tomar aquello que sea útil para el crecimiento personal, profesional o espiritual. En este sentido, los modelos inspiradores constituyen un marco de referencia desde el cual se puede comenzar a crear un estilo personal.

Así, la riqueza de contar con un buen ejemplo en diferentes momentos de la vida radica en el hecho de que les permite a los seres humanos cambiar comportamientos, actitudes y emociones para llegar a donde quieren llegar.

 

Encontrar un modelo para construir un camino propio

En la historia de la humanidad hay muchos ejemplos de personas que han tomado un modelo de referencia que les ayude a abonar el terreno para cumplir su propósito de vida. Platón, considerado uno de los padres de la filosofía occidental, llegó a convertirse en un gran pensador tras años de ser instruido por su maestro Sócrates.

Pero en la historia más reciente también se encuentran personalidades que han reconocido públicamente el gran valor que ha representado en sus vidas contar con un modelo a seguir.

Por ejemplo, el fallecido jugador de baloncesto, Kobe Bryant, que disputó 20 temporadas en la NBA, dijo en una entrevista que concedió para el documental ‘El último baile’ que siempre tomó como referencia al jugador de los Chicago Bulls, Michael Jordan.

Bryant solía imitar su manera de jugar, su estilo de liderazgo, su mentalidad y su técnica. La primera vez que su equipo se enfrentó al de Jordan recibió varios consejos de él que luego replicaría en su carrera. ¿El principal? Siempre jugar de la mejor manera posible porque nunca se sabe quién pueda estar viendo que quiera seguir tus pasos.

Wilmar Montoya, coach de soccer de una academia en Doral, conoce de primera mano el valor de inspirar a otros. De niño encontró inspiración en su familia de tradición deportiva que considera lo motivó a construir su camino como licenciado en educación y profesional en deportes.

Cuando se convirtió en adulto, tenía claro que lo suyo era formar niños en la disciplina del soccer. Hoy puede decir con orgullo que ha sido un modelo de inspiración para muchos de sus alumnos que se encuentran jugando a nivel profesional en países como Bélgica, España u Holanda o a nivel universitario tras conseguir una beca deportiva.

Pero, ¿qué significa ser un modelo a seguir para él y cuál es la importancia de esto? Según su experiencia, no se trata solo de enseñar una técnica, sino de inculcar valores como el trabajo en equipo, la disciplina, la resiliencia, la tolerancia a la frustración o el respeto y de motivar a través del buen trato y el ejemplo.

“Yo inspiro a los niños porque me preocupo por su proceso de desarrollo de forma integral y no solo por su desempeño en la cancha. Lo principal es que ellos se formen como personas, ese es el verdadero valor de un modelo”, dice.

Para Natalia Aristizábal, un modelo inspirador es también aquella persona que te ayuda a subir la energía. “Yo tengo una amiga que siempre que estoy con ella, me siento bien. Ella es buena onda y tiene una actitud positiva que es contagiosa”, dice, agregando que debemos tener el coraje de cultivar este tipo de relaciones en nuestras vidas y poner límites o alejarnos de quienes nos bajan la energía.

Una actitud positiva es precisamente la que Wilmar trata de impregnar en sus alumnos para ayudarlos a cumplir sus sueños. Puede comprobar que ha hecho bien su tarea cuando los ve llegar felices y motivados a las prácticas.

Sin embargo, aclara que parte de ser un buen guía es dejar que aquellas personas a las que ayudamos a moldear tomen sus propias decisiones. “Nosotros recibimos los consejos de nuestros padres, pero al final del día tomamos las decisiones que más nos convenían y asumimos nuestro propio riesgo. Yo en la cancha doy instrucciones pero dejo que ellos solucionen. Eso es crecer”, asegura.

 

El valor de los ejemplos negativos

Aunque la anterior frase pareciera un contrasentido, no solamente tiene un gran valor contar con un buen ejemplo a seguir como les sucedió a Kobe Bryant o a Wilmar Montoya.

En ocasiones, las personas que crecen con carencias o que enfrentan dificultades serias sacan lo mejor de sí mismos para superarse y terminan convirtiéndose en un ejemplo para los demás.

“Hasta los modelos negativos nos inspiran. Nos inspiran a buscar en nuestra vida lo opuesto a lo que vimos. Por ejemplo, un individuo que creció con un padre alcohólico puede terminar rechazando el alcohol”, asegura Natalia.

También hay quienes se atreven a salir de su zona de confort para encontrar modelos de referencia más allá de su círculo. Este es el caso de la gran ola de desempleados que trajo la pandemia; muchos comenzaron a cuestionarse su rol en la vida tras ser despedidos de sus empleos y, como consecuencia de esto, crearon proyectos de negocio que lograron resultados. Así lograron inspirar a otros en cadena.

Pamela J. Campbell, escritora, oradora y spiritual life coach, es una de esas personas que está precisamente inspirando en cadena pese a haber tenido una infancia traumática que la llevó a ingresar al sistema de hogares de acogida a los 16 años.

“Nací en Costa de Marfil (África occidental) y cuando tenía dos años llegué a Estados Unidos. A los 6, empecé a sufrir maltrato físico y emocional en mi casa, a los 16 me escapé y más tarde un compañero trató de abusar sexualmente de mi”, relata Campbell.

Sin embargo, y pese a que duró muchos años sintiendo rabia y dolor, un día se despertó dispuesta a cambiar su vida. “Estaba cansada de estar cansada y ya no tenía nada que perder”, comenta.

Llegar a ese punto fue un proceso largo que empezó cuando ingresó al sistema de hogares de acogida y por fin tuvo modelos de referencia positivos como una trabajadora social y su madre adoptiva.

“Ella siempre me recordaba que no debía dejar que mis experiencias del pasado me definieran. En el momento no lo entendí, pero luego sus palabras comenzaron a tener sentido y empecé un camino espiritual en el que me di cuenta que detrás de todo siempre hay una lección”, asegura.

Su primera lección fue comprender que había vivido experiencias difíciles para poder ayudar a otros a sanar heridas similares a las suyas. Fue así como renunció a su puesto en un bufete de abogados para convertirse en mentora, defensora del sistema de hogares de acogida, escritora y coach espiritual.

“Estoy agradecida de haber conocido personas que vieron fortalezas en mi cuando yo no las veía. Es importante rodearse de personas que nos den una perspectiva diferente de las cosas, nos ayuden a seguir adelante cuando ya no queremos y nos hagan ver que podemos convertirnos en lo que queramos. El modelo perfecto es aquel que le habla a tu alma”, concluye.

 

 

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