Inteligencia Artificial: Transformando el futuro del sector médico

 

Por: Diana Bello Aristizábal

 

La inteligencia artificial (IA) viene transformando el mundo de forma paulatina en múltiples sectores siendo el médico uno de los que más se ha visto impactado por estas herramientas que aunque mejoran procesos y servicios, también plantean oportunidades y desafíos.

 

Como ventajas generales se encuentran que reducen la frecuencia de errores médicos, mejoran la precisión diagnóstica y ahorran tiempo al automatizar actividades repetitivas. Pero ¿qué tanto se están usando hoy en la atención médica, qué tan útiles son y cómo se verán en el futuro?  

 

“Contamos con más de 90 proyectos de IA activos que abarcan operaciones de sistemas de salud y diagnóstico clínico”, dijo James Lindgren, director ejecutivo a cargo de la optimización de University of Miami Health System en el foro “Inteligencia Artificial: Navegando nuestro futuro” que organizó en junio la Cámara de Comercio Hispana del Sur de la Florida.

 

Por su parte, el Dr. Fernando Collado-Mesa, profesor de radiología clínica de University of Miami Health System contó en el foro que hay alrededor de 800 software y dispositivos médicos que han sido autorizados por la FDA para su uso en atención médica en el país. “El 76% de ellos están en radiología. La segunda especialidad que le sigue es la cardiología con apenas un 10%”.

 

La ayuda de éstos es innegable. “Hay sistemas de inteligencia artificial que en el examen para detectar cáncer de seno han demostrado encontrar lesiones muy pequeñas que el radiólogo puede no haber visto”, aseguró el Dr. Collado-Mesa en entrevista para Doral Family Journal.

 

Además, algunos sistemas le indican al radiólogo si lo que está viendo supone o no un riesgo alto. Así el paciente se ahorra el viaje de regresar a hacerse más imágenes, lo cual reduce costos y permite hacer un diagnóstico temprano.

 

Pero la inteligencia artificial no solo está contribuyendo a que se haga una detección más precisa y oportuna de las enfermedades sino que está yendo más lejos. “Con la IA estamos detectando la arquitectura de un seno femenino que conducirá al cáncer de mama para poder prevenirlo”, afirmó el Dr. Allan Stewart, presidente de cirugía y director médico de cirugía cardíaca de HCA Florida Mercy Hospital, en entrevista con este medio.

 

Preocupaciones y oportunidades

Pese al impacto positivo de la IA, los especialistas también reconocen sus inconvenientes y los retos que plantea. James Lindgren, por ejemplo, explicó en el foro que tras implementar un Bot de lenguaje natural (su fin es generar conversaciones naturales con mayor comprensión y precisión para las partes) en los sistemas telefónicos de UHealth encontró que existe un sesgo marcado en éstos en el idioma.

 

El sistema de salud de la Universidad de Miami ofrece soporte en inglés, español y creole para programar citas. Sin embargo, al hacerse una prueba de fiabilidad, se descubrió que el Bot hace un trabajo mucho mejor convirtiendo de español a inglés que el caso contrario. La precisión fue de 99% contra un 50% respectivamente.

 

“Esto no pasó porque la tecnología esté defectuosa sino porque los datos con los que se entrenó están inherentemente sesgados hacia el idioma inglés”, comentó Lindgren. Casos como el anterior han hecho que ahora el foco esté en cómo aplicar la tecnología y no en entender todo lo que la tecnología puede hacer.

 

La confianza y el control son dos ingredientes esenciales en esta ecuación. “No confiamos de forma ciega. Tomamos una muestra y verificamos para asegurarnos de que el valor dado sea exacto”, dijo Lindgren, añadiendo que configuró una herramienta de inteligencia artificial que monitorea todos los computadores y puertos de datos del sistema de salud y envía notificaciones si algo fuera de lo común ocurre.

 

“Probar es demasiado importante porque en parte así se construye la confianza. Para ir en esa dirección, tenemos que educarnos, aprender cómo funcionan los programas más sofisticados, por qué vale la pena o no usarlos y analizar los resultados ya que siempre debe haber un humano involucrado en las decisiones”, aseguró el Dr. Collado-Mesa.

 

Esto aplica también en el diagnóstico de enfermedades, pues el radiólogo no puede volverse demasiado confiado en la inteligencia artificial al punto de no verificar la información arrojada. “Si el sistema te dice que algo es sospechoso y no lo compruebas, puede ser que en realidad no lo sea”.

 

Considerando todo lo que puede hacer la IA, de acuerdo con el Dr. Allan Stewart, en el futuro la tecnología estará más orientada a prever cómo ser más saludables en lugar de cómo tratar enfermedades. “Queremos movernos fuera del espacio de cómo tratar mejor el cáncer o la cardiopatía para saber en cambio cómo evitarlos”.

 

También ayudará a comprobar más rápidamente la eficacia de un tratamiento médico. “En este momento no podemos determinar si un tratamiento funciona o no sin seguirlo durante un tiempo, pero en el futuro tendremos una cantidad masiva de datos para saber esto con mucha más prontitud y eliminando el grupo con placebo en los ensayos clínicos”.

 

Y seguirá siendo clave en las enfermedades cardiovasculares y de las arterias coronarias lo que ayudará a prevenir más accidentes cerebrovasculares y mitigar los ataques cardíacos. Además, se calcula que la IA tendrá un impacto no solo en el cáncer de seno sino también en el de pulmón y colon en la medida en que servirá para detectar cada vez mejor estos tres tipos de cáncer.

 

“Si nos fijamos en Tesla, hay programas de conducción autónoma que aún no son perfectos, pero con todos los datos que se están recopilando lo serán con el tiempo. Esto mismo ocurrirá en el sector médico. Entre más datos obtengamos, tendremos más información que eliminará los errores”.

 

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