La Perseverancia para Emprender.

Consultor Heradio Luces – heradio.luces@dualiscorp.com

Todos hemos oído de la palabra perseverancia la cual proviene del latín perseverantia, que significa ser perseverante, constante, consecuente en un proyecto, estilo o actitud mantenida en el tiempo a pesar de tener situaciones difíciles en el camino.

Para ser emprendedor o emprendedora de éxito la norma es ser perseverante. Perseverar para aguantar los rechazos iniciales, perseverar para proveerte de energía que te auto-motive a no decaer. Perseverar para ir en contra de la corriente, reinventarte cada día y estar dispuesto a hacer más sacrificios que los demás.

Cuando una persona emprende un nuevo proyecto, lo más usual es que espere rechazos, objeciones y conjeturas sobre su novel locura. El común se rinde, los emprendedores se quedan.  Los rechazos o evasivas, para comprometerse con un nuevo proyecto, son el día día de los emprendedores.

Según las estadísticas un gran emprendedor se equivoca o intenta proyectos fallidos en promedio 5 veces antes de dar con el concepto correcto. Si no fuera por su capacidad de perseverar, y adaptarse, sería mas complicado terminar con éxito su emprendimiento. Sin embargo, luego que encuentra el concepto correcto hay que sumarle los rechazos que se esperan a esta nuevo noción, por desidia, por falta de interés o simplemente porque las contrapartes no comparten las mismas expectativas del mismo proyecto.  A continuación les relato la historia de un emprendedor cuyo legado es la perserverancia en su máxima expresión.

En los años cincuenta había un inquieto personaje llamado Harland Sanders que después de hacer varias actividades en su vida terminó con un pequeño restaurant en Kentucky del cual él era el chef.   En su devenir diario en el restaurant, diseño una receta para hacer el pollo frito de una manera rica y diferente.  Por sus trabajos dignos de colaboración a las comunidades de la zona se le concedió el título honorario de Coronel, pero el mismo no estaba vinculado con logros militares. El restaurant empezó a perder clientela por el desvío del tráfico principal cuando se inauguró la interestatal 75. Esto lo llevo a la quiebra y termino cerrando su negocio. Tenía 65 años, tiempo oficial para el retiro, y que después de una vida tumultuosa lo más normal era abandonar la toalla, quedarse en su casa con su esposa y sus hijos y esperar el llamado del descanso eterno.

Pero resulta que el Coronel Sanders era un perseverante, quería seguir emprendiendo, sabía desde el fondo de su corazón que tenía una buena receta que además estaba probada por sus clientes. ¿Entonces que hizo?

Con casi 3/4 de su vida transcurridos, el Coronel Sanders tomó su carro y el primer cheque por $100 de la jubilación del seguro social y comenzó a recorrer los Estados Unidos para ofrecer su fórmula secreta de pollos a cambio de 5% de la venta en los restaurantes. El señor viajó nada más y nada menos que 2 años recibiendo la cantidad astronómica de 1.009 rechazos, durmió muchas veces en su carro por qué no tenía ni cómo sobrevivir. Al final convenció cerca de 600 restaurantes de utilizar su formula y comenzó el exitoso negocio de franquicias Kentucky Fried Chicken KFC, lo demás es historia.

Sigamos el consejo de los sabios “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles” Bertolt Brecht

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