La leche para niños: Un eslabón perdido en la cadena de suministros.

 

Por Sophia Lacayo

 

Katerine es una joven madre residente en mi Distrito 12. Su hija tiene tres meses de nacida y llego como bendición a la familia, sin embargo, encontrar la fórmula láctea para su alimentación se ha convertido en una verdadera odisea.

La leche para bebés en EEUU es uno de los problemas latentes en medio de la crisis en la cadena de suministros. El problema “no se va a solucionar por sí solo en un día o una semana”, dijo Brian Deese, alto asesor económico de la Casa Blanca.

El problema era como una burbuja de tiempo. En un principio generado por regulaciones estrictas y la carencia de trabajadores debido a la pandemia de COVID-19, la escasez se agravó en febrero cuando, tras la muerte de dos niños, el fabricante Abbott anunció el cierre de su planta del estado de Michigan y la “retirada voluntaria” de sus leches en polvo.

Muchos padres, como Katerine, están desesperados y temerosos Es necesario subrayar que la fórmula es necesaria para muchas familias, y más para las madres trabajadores que no pueden amamantar a sus hijos.

Como era de esperar ante el desequilibrio entre la oferta ya la demanda, los precios se dispararon en los comercios

“Creemos que estos y otros esfuerzos ayudarán dramáticamente a la mejoría en el suministro en Estados Unidos en cuestión de semanas”, escribió en su cuenta de Twitter el jefe de la FDA, Robert Califf.

El presidente de EEUU, Joe Biden, aseveró que “será cuestión de semanas o menos” cuando vuelvan a llenarse las estanterías.

La situación es alarmante, acorde al proveedor de datos Datasembly, el 43% del suministro usual de leche en polvo estaba agotado en las reservas, un 10% más que el promedio de abril.

La Casa Blanca planea, entre otras cosas, aumentar las importaciones, no obstante, La FDA prohíbe la mayoría de las leches en polvo para niños fabricadas en el exterior, incluyendo productos hechos en Europa.

Según estadísticas oficiales uno de cada cuatro padres en EEUU ofrece leche materna a sus bebés hasta los seis meses de edad y ante la escasez algunos han buscado alternativas caseras. Procedimiento que no es aconsejable en materia de seguridad y sanidad. Así que mucho cuidado. Puede ser peligroso.

Por lo pronto, hay que esperar y acudir a la esperanza de que, las medidas de emergencia favorezcan al mercado y madres como Katerine encuentren la tranquilidad en pos del bienestar de los niños.

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