Los hombres también son víctimas del cáncer de mama

Por: Diana Bello Aristizábal

Llegó nuevamente esa época del año en la que millones de personas alrededor del mundo se visten de rosa para honrar a las víctimas del cáncer de mama y generar conciencia alrededor del mismo que, según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI por sus siglas en inglés), de todos los cánceres es el más común en Estados Unidos con más de 271,270 casos nuevos estimados para el 2019.

Sin embargo, a menudo en el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama se deja de lado a la población masculina que, contrario a lo que muchos piensan, también es víctima de este flagelo, aunque la incidencia en ellos es mucho menor, pues menos del 1 por ciento de todos los casos se producen en hombres.

Pese a estas cifras, relativamente alentadoras, la enfermedad suele detectarse más tarde en los hombres que en las mujeres, lo cual los pone en un alto riesgo, pues con cierta frecuencia el cáncer está en estadíos avanzados al ser diagnosticado.

Esto se debe principalmente a que en los hombres no se recomiendan exámenes de control periódicamente, en razón de su baja incidencia, como sucede con las mujeres que anualmente deben realizarse una mamografía (radiografía de la mama) después de que sobrepasan los 40 años de edad.

Ante este panorama, muchas veces este tema pasa desapercibido en las familias aún cuando es claro que existen factores de riesgo asociados, síntomas que indican la posible presencia de la enfermedad, exámenes claves que pueden contribuir con el éxito del tratamiento y a que pese a su baja incidencia puede llegar a ser mortal. Se calcula que 500 hombres en Estados Unidos morirán de esto en el 2019.

Una muestra del poco conocimiento que hay en el mundo sobre el cáncer de seno masculino es la sorpresa que han expresado en los medios de comunicación los hombres que lo han padecido. “Nunca pensé que los hombres podían sufrir cáncer de mama”, dijo el keniano Moses Musonga, de 67 años, en una entrevista para BBC Mundo sobre el cáncer de seno que le fue detectado en el 2013 cuando estaba en fase tres.

Por su parte, Mathew Knowless, padre de la cantante Beyoncé, dijo recientemente en el programa Good Morning Americahaberse sorprendido y frustrado cuando se enteró que sufría de esta enfermedad de la cual fue operado en junio de este año. “Los hombres quieren mantener esto oculto porque nos sentimos avergonzados”, aseguró.

Por todo lo anterior, en esta edición queremos romper con el mito de que los hombres son inmunes a este flagelo y contarles quiénes están en riesgo, cómo detectarlo a tiempo, qué exámenes son claves y qué tratamientos son los mejores para ellos.

 

Detección temprana = mayor tasa de supervivencia

Sin duda, uno de los obstáculos para detectar el cáncer de seno en los hombres es que usualmente ellos no tienen este tema en mente, lo cual influye en que no estén atentos a los cambios físicos de su organismo y no indaguen en su historia familiar.

Carlos Guida
Dr. Carlos Guida

“Usualmente los hombres no se tocan esa parte del cuerpo y eso podría ser un problema porque no se percatan de alguna masa inusual que deba ser vista por el cirujano y necesite de una biopsia”, asegura el doctor Carlos Guida, oncólogo y hematólogo de Kendall Regional Medical Center.

Por eso, la primera recomendación es hacer del autoexamen una rutina habitual con el fin de poder detectar de forma temprana cualquier anormalidad o síntoma asociado con la enfermedad.

Dr. Braulio Sabates

“Al igual que las mujeres, todos los hombres mayores de 40 años deben hacerse un autoexamen una vez al mes porque así es más fácil detectar el tumor a tiempo, cuando aún es pequeño, y ordenar un ultrasonido o mamografía para estudiarlo”, afirma el doctor Braulio Sabates, cirujano general de Kendall Regional Medical Center,  especialista en procedimientos de mama y biopsia estereotáctica.

Hacerse un autoexamen es una tarea sencilla que consiste en observar y palpar la piel de las mamas y las zonas adyacentes hasta llegar a la axila. En la parte de la observación, hay que estar atentos al tamaño y forma de los senos y los pezones, verificar si hay dolor, hinchazón, bultos, hoyuelos, piel escamosa u otros cambios en la piel así como descartar que no salga ningún líquido.

Para el doctor Sabates, los síntomas más frecuentes en este tipo de cáncer son: Dolor en las mamas, una masa en las mismas o en la pared torácica, crecimiento de las mamas y descarga de los pezones, es decir, que salga líquido de ellos.

Hay que tener en cuenta, como lo destaca el Dr. Guida, que no todas las masas inusuales  que se sienten en las mamas o los nódulos en las axilas obedecen a un tumor maligno. “A veces puede tratarse de un absceso o un lipoma. Por eso, lo mejor es consultar y hacerse los exámenes respectivos para salir de dudas”, indica.

Pero además de vigilar los cambios físicos en esa zona, los hombres también deben conocer la historia médica familiar, pues se sabe que el componente genético juega un papel fundamental.

Quienes tienen familiares en el primer grado de consanguinidad (padres y hermanos sin distinción de género) que han sido víctimas de esta enfermedad están en un mayor riesgo de padecerla.

“Cualquier hombre que tenga antecedentes familiares, tiene el doble de probabilidad de sufrirla comparado con otro que no tenga esta variable. Por eso, en este caso recomiendo que sea evaluado anualmente después de cumplir los 40 años”, dice el doctor Sabates.

También hay un riesgo mayor cuando en la familia hay personas con mutaciones de los genes BRCA1 Y BRCA2. Cuando se dan estas condiciones, el paciente debe hacerse un examen para descartar que no tenga dichas mutaciones.

“Estas mutaciones se ven principalmente en pacientes judíos y europeos, pero pueden estar presentes en cualquier persona”, comenta el Dr. Guida, quien recomienda este examen a todos aquellos que han sido diagnosticados con cáncer de seno para evaluar si se trata de un problema genético.

Si hay mutaciones de estos genes, normalmente el cáncer de seno aparece a una edad más temprana. De lo contrario, en términos generales la enfermedad puede aparecer entre los 60 y 75 años.

Por eso, si hay certeza sobre la existencia de estas mutaciones en el grupo familiar más cercano, hay que realizarse la valoración respectiva lo más pronto posible. “Si toda la familia es BRCA positivo, hasta los más pequeños pueden ser evaluados para saber si tienen las mutaciones”, agrega el doctor Guida.

Cabe aclarar que aunque la genética suele ser el factor de riesgo número uno del cáncer de seno, hay otros factores que pueden incidir en su aparición según la Sociedad Americana Contra el Cáncer.

Estos son: La exposición a químicos o a radiación, el uso de hormonas, la ingesta elevada de alcohol, enfermedades en el hígado, los tratamientos de estrógenos, la obesidad, las condiciones testiculares y el síndrome de Klinefelter.

 

Opciones de tratamiento

Cuando una persona es diagnosticada con cáncer de seno, el apoyo que recibe es integral. Esto quiere decir que será evaluado por el médico primario, un cirujano especializado y un oncólogo, quienes trabajarán en conjunto para sacar adelante al paciente.

“El oncólogo definirá qué tipo de terapia recibirá, antes o después de la cirugía, (quimioterapia, radiación o terapia hormonal) de acuerdo con las características del tumor y lo que se encuentre en él”, explica el doctor Carlos Guida, quien aclara que cada tumor es único y debe ser abordado dentro de lo que se conoce como medicina personalizada.

Entre las características que se analizan está el tipo de tumor, pues existen varios como el carcinoma in situ, el carcinoma ductal invasivo o el carcinoma lobular invasivo; el tamaño, los receptores hormonales, si está o no involucrada la axila, el estadío del cáncer y si existe o no alguna mutación genética, entre otras.

En cuanto a la cirugía, de acuerdo con el doctor Sabates las opciones quirúrjicas son las mismas tanto para los hombres como para las mujeres. La diferencia radica en que debido a que los hombres no tienen mamas grandes, normalmente no son buenos candidatos para una lumpectomía que busca conservar la mama removiendo solo el tumor y parte del tejido mamario.

Por esta razón, la cirugía más común para ellos es la mastectomía radical modificada en la que se extirpa todo el seno, junto con los pezones y los ganglios linfáticos. Cuando el cáncer está muy extendido e involucra los músculos de la pared torácica, la opción es una mastectomía radical en la que también se remueven los músculos.

Las personas que tengan mutaciones positivas en alguno de los genes BRCA1 Y BRCA2, posiblemente deberán someterse también a una mastectomía profiláctica en el seno donde no haya cáncer.

Pero con frecuencia la cirugía por si sola no es suficiente en el cáncer de seno masculino. “Como normalmente los hombres no se hacen mamografías, a menudo son diagnosticados tardíamente cuando ya tienen tumores muy grandes que están afectando los ganglios linfáticos. En estos casos, necesitarán quimioterapia e, incluso, radiación”, asegura el doctor Sabates.

Sea cual sea el caso, las probabilidades de éxito en el tratamiento aumentan cuando el tumor se detecta a tiempo. Cuando es así, también es más factible que el tumor no regrese en el futuro.

“La detección temprana es vital para obtener buenos resultados y que haya tasas de curación y supervivencia altas”, concluye el doctor Sabates.

 

 

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