Miami: Capital De Refugiados Fiscales
Más allá de su clima, uno de los mayores atractivos de la Florida son sus beneficios fiscales. Florida no cuenta con ningún impuesto estatal sobre la renta y los impuestos a la propiedad son más bajos
Por: Edda Pujadas
Miami, ha sido por años conocida, como la capital de los refugiados políticos, al recibir una fuerte migración de cubanos y en años más recientes de diferentes países de Centro y Sur América. Ahora, también está empezando a conocerse como “la capital de los refugiados fiscales”.
¿Por qué refugiados fiscales?, Ernesto Vega, fundador y presidente de una de las empresas de Real Estate más importantes del Sur de la Florida, Canvas Real Estate, señala que quizás la respuesta a esta pregunta sea la explicación más valida a la escasez de inventario en nuestra ciudad y en la Florida, en general.
En el estado del sol no se cobra impuesto estatal sobre la renta y además pagamos menor porcentaje de impuesto a las propiedades. Para llevar esto a números, es muy sencillo: una persona con un ingreso anual de $1,050,000 está tributando en Nueva York al 67%, mientras que en Florida lo está al haciendo al 37%. Así que son muchos las personas de Nueva York (al igual que de California y de Nueva Jersey) que se están mudando al sur de nuestro estado por su baja imposición tributaria.
El escenario tributario se recrudeció para los neoyorquinos en diciembre del 2017, cuando el expresidente Donald Trump firmó el “Tax Cuts and Jobs Act” (por su nombre el inglés) que incluía una modificación a la deducción de impuestos estatales y locales conocida como SALT que permite a los contribuyentes deducir los impuestos estatales y locales pagados de sus impuestos federales, protegiéndolos de la doble tributación.
Explica Vega que, siendo así, a partir del año fiscal 2018, la deducción máxima de SALT pasó a ser de $10,000 anuales y antes no había límite, lo cual efectivamente aumentó la carga fiscal sobre los altos ingresos en estados como Nueva York, Nueva Jersey y California. Este cambió les costó a los neoyorquinos $15.3 mil millones.
Esto ha impactado tanto las finanzas de los residentes de los estados de Nueva York, Nueva Jersey y California que, en el pasado mes de marzo, los legisladores presentaron una moción para eliminar el límite de $10 mil dólares en la deducción de impuestos estatales y locales (SALT) para ciertos hogares.
La solicitud impulsada por los representantes demócratas Tom Malinowski de Nueva Jersey y Katie Porter de California pide restaurar completamente la deducción de impuestos estatales y locales (SALT) para contribuyentes individuales y conjuntos que ganan $400 mil dólares o menos en ingresos brutos ajustados o $200 mil dólares o menos para personas casadas que declaran impuestos por separado y propone un esquema de tributación para quienes ganen más de este monto, sin embargo, esto aun no ha sido revisado por la Corte Suprema.
“Otro incremento que están experimentado los neoyorquinos y que los está haciendo buscar otros estados para mudarse es en el “Mansion Tax” (impuestos de mansión) es un tributo sobre bienes raíces residenciales que se aplica a las compras de propiedades con un precio superior a una cantidad específica en dólares. Este impuesto es, en Nueva York, uno de los gastos de cierre potenciales más grandes al comprar un condominio, una cooperativa o una casa residencial.”, manifiesta Vega.
El “Mansion Tax” se activa en Nueva York cuando el precio de venta es de $1 millón de dólares o más. Este impuesto se introdujo por primera vez en 1989, cuando $1 millón dólares habría comprado cualquier propiedad sustancial en la gran manzana. Sin embargo, en el mercado actual, con el aumento continuo de la inflación, el incremento de los precios inmobiliarios y la reducción de los pies cuadrados de apartamentos, esta cantidad sólo alcanza para obtener una unidad de dos habitaciones en algunas áreas de Manhattan.
Comenta Vega que, históricamente, este era un impuesto del 1% sobre el precio de compra de cualquier monto superior a $1 millón de dólares. Sin embargo, en el 2019, el estado de Nueva York convirtió este tributo en un sistema progresivo basado en tramos de precios que mantiene el 1% para la compra de propiedades entre $1 millón y $1,999,999 dólares.
El “Mansion Tax” sube 1.25% para compras de $2 millones a $2,999,999 dólares, a 1.50% para residencias entre $3 millones y $4,999,999 dólares, se incrementa a 2.25% para propiedades de $5 millones a $9,999,999 dólares y así sucesivamente, hasta llegar a 3.90% para propiedades de $25 millones de dólares o más.
Según los datos de Tax Foundation, empresa dedicada al análisis de datos fiscales desde 1937, sobre la carga tributaria per cápita, una persona paga en impuestos en California $10,167 dólares, en New Jersey $9,648 dólares, en New York $12,083, mientras que, en la Florida $5,406.
Nueva York, encabeza la lista con la tasa de impuestos más alta de todo el país y por ende, fue el estado con mayor pérdida de población en el 2021, mientras que los mayores aumentos de migración nacional se produjeron en Florida, Texas y Arizona, según la Oficina del Censo de Estados Unidos.
En cuanto a los impuestos a la propiedad, la tasa impositiva promedio sobre bienes inmuebles del estado de la Florida es del 0,98%, que es más baja que el índice medio en todo Estados Unidos que se ubica en 1,08 % y mucho más baja que la de Nueva York, cuyo promedio se sitúa en 3,035%.
Obviamente, las imposiciones fiscales en estados como Nueva York han hecho que sean muchos quienes vengan a vivir a Florida, de hecho, de las 15 personas que se mudan diariamente a nuestro estado, tres de ellas lo hacen por sus beneficios fiscales, lo cual representan un 20% de la migración total hacia Florida.
A estas ventajas tributarias, se le suman los atributos climáticos, los atractivos turísticos y de entretenimiento, así como las oportunidades laborales y financieras, que han hecho que nuestro estado y particularmente, el Sur de la Florida, este experimentando el mayor aumento anual en migración neta.