Sophia Lacayo: ¿A quién le importa el bolsillo del contribuyente?

Por Sophia Lacayo

Hay una frase: “Muchos se burlan de la gente cuyo trabajo es "recoger la basura", cuando en realidad los recolectores de basura son muy superiores a quiénes la tiran”.

Es innegable la importancia de cada profesión, lo malo es que cada vez que se piense en una posible solución para arreglar un problema, tenga que tocar el bolsillo de los contribuyentes. Existe mucha preocupación entre los residentes de mi Distrito 12, por el posible aumento de los precios en la recogida de desechos en Miami Dade. Y es que la comisión condal se debate entre la aprobación o no de una propuesta que podría incrementarlo en un cinco por ciento.

Los comisionados celebrarán una audiencia pública el próximo 7 de julio. La disyuntiva la plantea el periodista Cesar Menéndez, en su artículo para Diario Las Americas, titulado “Miami-Dade: a debate inminente subida de la tarifa de basura”. En el mismo, se conoce que la alcaldesa Daniella Levine Cava “negoció un nuevo contrato con los sindicatos, que contempla un aumento salarial” y que, por otra parte, existen factores externos como “la subida de la gasolina y el incremento del precio de las materias primas e insumos necesarios para desarrollar dicha actividad”.

Pero, y es un pero. ¿Por qué siempre somos nosotros los que debemos costear, centavo a centavo, cada aumento de precio? ¿No existe la capacidad política, profesional o humana para siquiera valorar otro camino que no sea exprimir el bolsillo ya exprimido del trabajador floridano?

Según plantea Menéndez, “en 2021 los propietarios del condado pagaron unos 484 dólares anuales por el servicio. En caso de ser aprobado el incremento propuesto, esta tarifa alcanzaría los 509 dólares”. Solo son 25 dólares más, podrían decir algunos, sin embargo, eso son dos doras y media de trabajo para alguien que recibe el salario mínimo, o los útiles escolares para un niño, o una compra frugal en el mercado. No importa la cifra sino el hecho.

Hoy es esa, mañana podría multiplicarse, porque la tendencia de moda parece ser pensar poco e irse con la idea más fácil, manida y dolorosa.

El Departamento de Desechos Sólidos del condado maneja un presupuesto de 500 millones de dólares anuales. ¿Alguna tabla de cumplimiento lo obliga a ajustar sus números para cobrar más? Si se adopta la medida y baja el costo del combustible, una de las justificaciones ¿lo volverían a bajar? Lo dudo mucho. ¿Si se aprueba esta alza quién vela por las formas o en los “dóndes” se invierte nuestro dinero deducido de impuestos?

Si el mismo departamento es considerado autosuficiente ¿Entonces es necesario desangrar el capital del ciudadano? ¿Los servidores públicos han pasado a ser los cobradores públicos? ¿A quién o a quiénes verdaderamente le importa nuestro capital que no sea a nosotros mismos? ¿Está usted de acuerdo con un aumento del precio en los servicios en una época de inflación récord en los últimos 40 años? Sube el combustible, suben los productos esenciales, suben los alquileres y ahora resultante de ello, ¿los servicios también?

Es hora de que, los servidores públicos le den la cara a la comunidad, que la comunicación no sea seca en forma de comunicado y que sean conscientes, en primer lugar, de la razón esencial que conlleva su puesto. Es hora de buscar soluciones viables en esta cadena maquiavélica donde siempre son/somos los residentes los grandes perdedores.

*La audiencia según trascendió tendrá lugar el citado 7 de julio a las 9:30 de la mañana en el auditorio de la Junta de Comisionados en 111 NW 1 Street, Miami, Florida 33128.

 

 

Article Paid for And Approved by Sophia Lacayo for Miami-Dade County Commissioner, District 12

 

 

 

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