Sophia Lacayo: La vuelta a clases es un reto para los padres en medio de la pandemia.

 

Por Sophia Lacayo

 

El 2021 quedó atrás en la memoria. Un año gris, repleto de desafíos, para todos, pero también dejó cimientos donde florece la esperanza. Después del periodo de fiestas, los espacios necesarios de reflexión, las siempre visionarias metas, un nuevo periodo temporal se abre, y es allí donde debemos enfocar toda la proactividad. Sumar, no restar. Multiplicar, no dividir.

Como empresaria, disfruto el vaivén de la oficina, la superación de los empleados, la satisfacción de los clientes. Como activista, disfruto sobremanera en ayudar, estimular, despertar. Como madre, nada es comprable con la sonrisa mañanera del hijo, o de los hijos. El ajetreo en la preparación antes de partir al colegio.

Precisamente, referente a las escuelas, sobre todo en el condado Miami Dade, se vuelve a sentir ese ambiente inconfundible de autobuses escolares, el mochileo con ansias de aprender, marcado por el aumento de casos de COVID-19 con la inesperada llegada de la variante ómicron y el eterno dilema sobre el uso de las mascarillas como medidas restrictivas.

Hoy la tasa de positividad alcanza el 28 por ciento acercándose al pico histórico a nivel condal. La autoridad escolar Miami-Dade County Public Schools, la quinta entidad educacional más grande del país anunció el uso obligatorio de mascarillas para empleados, voluntarios, visitantes, incluyendo padres, proveedores, choferes y contratistas mientras estén adentro de cualquier escuela o instalación del distrito.

En el citado memo, la autoridad escolar exhorta a los estudiantes a hacer los mismo, mientras analizan la posibilidad legal de volver a implementar el uso del tapabocas. Pero numerosas personas no están de acuerdo con el carácter mandatorio de una posible restricción.

Una ley adoptada por el Congreso de Florida en 2021 limita el uso de mascarillas para estudiantes a la decisión de los padres, pero aun así Miami-Dade implementó el mandato el pasado mes de agosto, originando una fuerte disputa con el Gobierno de Tallahassee.

En este escenario el gobernador Ron de Santis dijo esta semana: “En otros estados están cerrando las escuelas. Yo pensé que aprenderían del pasado. Pero siguen haciendo las cosas como no deben hacerse. Nosotros estamos 100% comprometidos para que las personas puedan vivir su vida, que los niños puedan recibir educación, los negocios puedan operar y las personas tengan trabajo. Eso no es negociable”.

Según el gobernador, en los estados donde están cerrando las escuelas, los más perjudicados son la clase trabajadora, las personas de bajos ingresos y los niños. Son medidas inefectivas para frenar los contagios.

Como madre,  empresaria y activista, soy de la creencia del no imponer, de brindar el consejo o la asesoría oportuna. Depende de cada persona, como individuo, elegir entre las opciones la que considere una mejor solución. Tenemos que aprender a lidiar con el COVID, en todas sus variantes y no facilitar un estado de miedo colectivo que de marcha atrás en el fortalecimiento de las condiciones de vida de los residentes en el estado, en el condado, en mi distrito.

 

 

 

Articulo pagado por ‘Mujer Empoderate’

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