Sophia Lacayo: Hay otro posible golpe a las viviendas asequibles.

 

Por Sophia Lacayo

Miami Dade está construido sobre los pilares de la migración. Uno de los condados multiculturales y heterogéneos, construido con los materiales más genuinos de la nostalgia, poco a poco, se fue convirtiendo en una capital de las diásporas latinoamericanas. Personas que huyeron o se vieron forzadas a escapar por el desgobierno, la represión o la falta de oportunidades en sus países de origen. 

La llegada del izquierdista Gustavo Petro al poder en Colombia, ha empujado a numerosos compradores potenciales de viviendas a invertir su dinero, en una especie de salvaguarda ante el peligro inminente de medidas populistas y la real influencia negativa que pudieran ejercer los regímenes de Cuba y Venezuela. Sucedió precisamente con estos territorios al comienzo de las dictaduras respectivas.

Hay una frase: “Cuando veas las barbas de tu vecino arder pon las tuyas en remojo”. Los inversionistas colombianos mueven su dinero a un lugar lejos de la inestabilidad que suelen implementar las izquierdas. El resultado es claro, Colombia lidera las búsquedas de compra de bienes raíces en el condado. El fenómeno es aun más llamativo en medio de un mercado inmobiliario marcado por el sobreprecio y una oferta que no logra satisfacer la demanda en su totalidad. A tal punto, que la Casa Blanca denominó a Miami Dade como el epicentro de la crisis inmobiliaria en el país. Acorde a varias páginas especializadas, el promedio del precio de las propiedades por parte de colombianos es de 550 mil dólares para una casa y de 390 mil para los apartamentos de $390.000 dólares.

La falta de inventario, obviamente, incrementa los costos, de la compra y de la renta. Este fenómeno deja al descubierto la severa problemática de las viviendas asequibles y la imperiosa necesidad de encontrar soluciones viables enfocadas al bienestar de los contribuyentes.

Según datos extraoficiales, a nivel condal, se superan los cinco dígitos (22.000) en solicitudes de desalojo por parte de los arrendadores. La propia alcaldesa Daniella Levine Cava dijo: “Nuestra comunidad está sufriendo mucho más que otras, aunque también ese sucediendo a nivel nacional, cientos de miles de familias de nuestro condado ya no pueden permitirse una vivienda”.

En mi columna de Diario Las Americas, escribí hace unas semanas: “El caos no solo se debe a la escasez de ofertas reales sino al elevado precio de los alquileres, que son una cruz incargable para numerosos núcleos familiares”. Ahora bien, un nuevo éxodo masivo ahora desde Colombia podría alterar nuevamente la disposición socio demográfica condal y disparar, peligrosamente los precios. Los funcionarios electos deben tener la capacidad de adelantarse el problema antes de que sea demasiado tarde. El Dade de los brazos abiertos necesita encontrar esos inmuebles que lo ayuden a mantener su tendencia hospitalaria.

No tomar acción podría s\generar un caos indomable con la suficiente capacidad de mellar la estabilidad de cada uno de los residentes.

 

Article Paid for And Approved by Sophia Lacayo for Miami-Dade County Commissioner, District 12

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