Tras 20 años de recorrido, ¿Qué viene para Doral?
Por: Diana Bello Aristizábal
El pasado 10 de junio, la Ciudad de Doral cumplió su vigésimo aniversario. Por esta razón, no podíamos desaprovechar la ocasión para recordar el camino recorrido y evaluar los retos que se vienen de cara a los próximos años para una urbe que continúa expandiéndose y mejorando su oferta de servicios.
“Debemos sentirnos muy orgullosos de la ciudad que hemos creado. Lo que tenemos hoy en día no se lo debemos a una sola persona sino a todos los que han hecho parte de su historia, es decir, oficiales electos, residentes, defensores de la comunidad, medios de comunicación e inmigrantes”, aseguró la alcaldesa actual, Christi Fraga, en entrevista para este medio.
Fraga, quien vive hace 22 años en el sector antes de que fuese incorporado como municipalidad en el 2003, asegura que la ciudad pasó de ser un destino en el que era difícil hacer vida social o planes culturales o siquiera pasar por todos los niveles de educación escolar, ya que no contaba con una escuela secundaria en un inicio, a convertirse en un lugar donde se puede hacer de todo, tal como lo indica su lema: ‘Vivir, trabajar, jugar y aprender’.
“Es muy difícil para una ciudad lograr eso. Ahora tenemos vida nocturna, colegios públicos y chárteres de excelente calidad, cuyo éxito radica en la participación de las familias, y una amplia oferta de comercios y condominios residenciales”, afirma.
Sin embargo, queda mucho camino por andar. A futuro, el reto principal será continuar manteniendo una tarifa baja de impuestos mientras se conserva el más alto nivel de servicio. “Creo que debemos trabajar en que haya más balance entre la parte comercial y residencial, en mejorar el sistema de transporte público para que disminuya el tráfico y en proveer más información y recursos a los residentes”, afirma.
Al preguntarle cómo ve la ciudad en 10 años, la alcaldesa dice que se la imagina como un lugar con una muy buena infraestructura en la que viven residentes que utilizan activamente el sistema de transporte público, con un centro tecnológico que brinda más oportunidades de empleo, muchas más áreas anexadas a la ciudad y una comunidad más unida y segura. “En el corto plazo veremos reurbanización y posiblemente una sede de FIU que estamos negociando”, concluye.
Pero dado que esta ciudad ha contado con el apoyo incondicional de sus residentes en cada paso que ha dado, quisimos también conocer la opinión de algunos de ellos sobre la evolución de Doral y los retos a futuro. Todos estuvieron reunidos en el último evento de celebración del vigésimo aniversario en el que se reconocieron las 20 empresas locales más importantes.
Crecimiento sostenido, entretenimiento y educación de calidad
Para Carlos Sabando, quien llegó a Doral en 1992 en medio del huracán Andrew, el principal atractivo de la ciudad en ese entonces y que aún hoy se mantiene es que es el lugar perfecto para personas familiares y de fe como él.
Isabel Musolino, quien ha criado a sus tres hijas en esta comunidad junto con su esposo Stephen Musolino Jr., dueño de Casa Linda, comparte esta opinión. “Esta ciudad tiene todo para los niños; entretenimiento y los mejores colegios. Realmente no requerimos salir de aquí para suplir nuestras necesidades, como ocurría hace muchos años, y ese es uno de sus principales logros.”
“Esto antes parecía una selva, ni siquiera existía la 107. En cambio, ahora contamos con muchos supermercados, farmacias, comercios, las mejores escuelas casi del estado y uno de los mejores departamentos de Policía del país. Estamos ahora en una situación privilegiada de tal manera que la propiedad se ha valorado”, dice Sabando, un ingeniero químico que se dedica a los seguros de vida y los bienes raíces.
Un punto de vista similar tiene Lillian Marcano, dueña de World of Kids Academy junto con Lissette Rodríguez, quien tras 20 años de estar residiendo en esta comunidad dice que el Doral de hoy no se parece en nada al que ella conoció cuando llegó.
“En un comienzo la ciudad no era ni un cuarto de lo que es ahora, antes las personas solo venían a trabajar, mientras en la actualidad encuentran restaurantes, bares, negocios y parques.”
Para Marisa Lorena Greco, quien trabaja en el jardín infantil Little Hands On Learning, además de ser un sitio muy familiar que sin duda ha experimentado un crecimiento exponencial, tiene una ubicación idónea y un espíritu cálido e inclusivo.
“Me mudé en febrero del 2002 a Doral desde Key Biscayne porque mi esposo trabajaba para una línea aérea del aeropuerto, lo cual me hizo decidirme por esta localidad. Con los años me quedé porque todo se siente muy cercano”, dice Marisa, esta vez no refiriéndose a la ubicación sino a su carácter comunitario y el trato de las personas.
Pero además de todo lo anterior, para Stephen Musolino Jr., de Casa Linda, es de destacar el crecimiento controlado que ha sabido alcanzar la ciudad. “No hemos tenido un crecimiento desmedido como ocurre en otras comunidades que construyen de más por avaricia y terminan perjudicando la calidad de vida de sus habitantes.”
En este sentido, Stephen considera que hay un equilibrio justo entre el desarrollo residencial y comercial. “Lo contrario generaría más tráfico y congestión, así que estoy satisfecho con esto y espero que podamos mantener el mismo crecimiento”, comenta este residente de Doral desde 1999.
Por otro lado, resalta como un punto a favor el hecho de que la mayoría de las comunidades sean cerradas porque lo hace sentirse más seguro. “Esto mantiene bajas las tasas de criminalidad”, dice, añadiendo que también encuentra atractivo de esta localidad el hecho de que sea la segunda ciudad con el impuesto a la propiedad más bajo del condado de Miami-Dade.
Como aspectos a mejorar, Carlos Sabando opina que podríamos tener una oferta cultural y deportiva más robusta. “Vamos por buen camino, pero creo que debemos preocuparnos más por el arte, la cultura y el deporte para poder competir con ciudades como Nueva York o Coral Gables”.
Stephen Musolino, por su parte, considera que hay que mejorar las regulaciones de zonificación. “Esta es una ciudad pequeña que debería concentrarse en cuidar lo que ya se tiene”, comenta.