Alcemos la voz frente al suicidio

Por: Diana Bello Aristizábal

 

Septiembre es el Mes Nacional de Prevención del Suicidio y aunque todos los días se debería hablar de este problema de salud pública que afecta de forma indiscriminada a personas de todas las razas, países, credos, edades, géneros y condición económica, este es el momento para sensibilizar y educar a la población.

Las cifras hablan por sí solas sobre la urgencia de abordar este tema. De acuerdo con estadísticas proporcionadas a este medio por NAMI (Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales) de Miami-Dade, en el 2022 se suicidaron 49,476 personas en Estados Unidos, el número más alto jamás reportado en la historia del país.

Del total, 39,273 corresponden a hombres y 10,203 a mujeres. El suicidio fue la causa número 11 de muerte más común en Estados Unidos y la tercera para la población joven (15-24 años) y, en promedio, 1 persona se suicidó cada 10,6 minutos ese año. En cuanto a grupos por edad, 10,438 adultos mayores (65 años o más), 6,040 jóvenes (15 a 24 años) y 15,645 personas de la mediana edad (45 a 64 años) se quitaron la vida.

 

Derribando mitos

Ante el panorama que tenemos frente a nosotros, una de las tareas apremiantes para mejorarlo es acabar con la desinformación que circula sobre el suicidio. En este orden de ideas, existen muchos mitos que a la larga terminan perjudicando a quienes están en mayor riesgo.

“El principal mito es que hablar de suicidio va a sembrar la idea en la cabeza de alguien, lo cual no puede estar más alejado de la realidad y varios estudios así lo confirman. Hablar sobre esto les da la oportunidad a las personas de abrirse cuando están teniendo un proceso de pensamiento suicida”, asegura la reverenda Lisa LeSueur, coordinadora de la Iniciativa de Prevención del Suicidio de NAMI (por sus siglas en inglés) de Miami-Dade.

La Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales es una organización que se dedica a brindar apoyo, defensa y educación a quienes viven con condiciones de salud mental. Hace dos años, el capítulo de Miami-Dade creó un programa de entrenamiento gratuito QPR (en español, preguntar, persuadir, referir) sobre prevención del suicidio para toda la comunidad.

El programa está compuesto por talleres ofrecidos a lo largo de los condados de Miami-Dade y Monroe en los que se discute sobre los mitos alrededor del suicidio, las señales de alerta y cómo dirigirse a alguien que está pensando en suicidarse.

“Si aprendes a abrir la conversación sobre el suicidio con alguien que está en riesgo, brindarle esperanza, hacerle saber que hay recursos disponibles y persuadirlo para que busque ayuda, las posibilidades de que siga con su vida sin volver a pensar jamás en el suicidio, se aumentan enormemente y esa es nuestra meta”, dice LeSueur, también pastora de la Iglesia Congregacional de Coral Gables.

Por eso, el segundo mito que urge derribar es que nadie puede detener un suicidio. De acuerdo con la reverenda, es frecuente que los seres humanos piensen en suicidarse cuando nadie les ha dado esperanzas de ningún tipo y desconocen si su existencia importa a otras personas o si están dispuestos a ayudarlos.

“Creo que a todos nos ha pasado que sentimos que alguien está lidiando con algo fuerte y no intervenimos porque pensamos que es su asunto. El entrenamiento de QPR nos anima a no simplemente pasar de largo, sino detenernos y decir ‘oye, ¿qué está pasando? Te noto diferente y quiero ayudarte’”.

Ayudar a alguien en riesgo de suicidio implica saber cuáles son los recursos telefónicos y en línea disponibles, cuándo y cómo llamar al 911 y que si se trata de un problema relacionado con salud mental se debe contactar a un oficial del equipo de intervención en crisis, pues esta persona tiene el entrenamiento para disuadir una situación evitando que los involucrados salgan lastimados.

Estar dispuesto a entablar una conversación difícil, escuchar atentamente y demostrar coraje preguntándole a la persona en riesgo si está contemplando o no el suicidio puede hacer una gran diferencia.

“Nunca diría que esto va a funcionar siempre porque hay casos en los que el afectado recibe ayuda y de todas maneras termina falleciendo por suicidio pero lo que esperamos es reducir la incidencia de este tipo de casos teniendo individuos entrenados y compasivos que quieran dar un paso al frente y hacer las preguntas correctas”, puntualiza Lisa.

Se trata entonces de una problemática que sencillamente no se puede ignorar como tampoco puede asumirse que solo afecta a un segmento de la población pese a lo que digan las cifras. En este sentido, hay que tener en cuenta que mueren muchas más personas por suicidio de lo que indican las estadísticas debido a que una gran cantidad de casos no son reportados o no son fieles a la realidad.

 

Señales de alerta

– Sentimientos de desesperanza

– Aumento del abuso de alcohol o sustancias

– Historia de trauma o abuso

– Intento de suicidio previo

– Antecedentes familiares de suicidio

– Acceso a medios letales o ira/agresión inexplicables

– Problemas para comer o dormir

– Pérdida laboral, financiera o de relación de pareja

– Tomar riesgos innecesarios

– Hablar de querer morir

– Aislamiento social

– Pérdida de interés en actividades favoritas y en la apariencia personal

– Antecedentes de depresión u otros diagnósticos de una enfermedad terminal o dolor crónico de enfermedades mentales.

 

Recursos

– Línea de Prevención del Suicidio y Crisis: 988

– American Foundation of Suicide Prevention: https://afsp.org/

– NAMI Miami-Dade County: https://namimiami.org/qpr/

– The Clear Warm Line: 1 (800) 945-1355

– Crisis Text Line: 741741

– Florida Mental Health Hotline: 866-903-3787

– Mobile Response Team (Miami-Dade): El proveedor es WestCare/The Village South.

– 24-Hour Crisis Hotline: 800-435-7968.

 

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