Doral: Ciudad de Minorías Mayoritarias.
Extranjeros en su propio país…
Por: María Alejandra Pulgar
@marialepulgar – NAHJ #37172
Una mayoría minoritaria se define como “una población en la que más de la mitad representa minorías sociales, étnicas o raciales y en la que están representados menos miembros del grupo con mayor dominio social, político o financiero”. En 2014, la Oficina del Censo de los Estados Unidos informó que el 50.2 por ciento de los más de 20 millones de niños que viven en los Estados Unidos eran minorías.
Si esas tendencias continúan, para 2060 la población minoritaria (grupos étnicos distintos de los blancos) será más del 56 por ciento. Definitivamente, los Estados Unidos están cambiando a medida que las minorías poco a poco se convierten en mayoría. Ese hecho no es una píldora fácil de tragar.
En Doral las minorías ya están invertidas. Según el Censo de EE. UU., el 82% de la población nació en el extranjero, el 90,9% habla otros idiomas (el 80,6% habla español) y, del estimado de cerca de 60,000 residentes, solo el 9,1% habla solo inglés.
Aunque los Estados Unidos no tienen un idioma oficial para el país, el inglés es el idioma que se usa ampliamente para asuntos comerciales y oficiales. Varios estados, incluido Florida, han declarado el inglés como su idioma oficial, aunque muchas personas también hablan otros idiomas. Para prosperar en este país es fundamental dominar el idioma inglés y eso es algo importante para los inmigrantes.
No es raro que los angloparlantes en Doral se quejen cuando se les pide que hablen español para recibir un producto o servicio en la ciudad, porque los proveedores a menudo no hablan nada de inglés. En Doral, los que no hablan español son una minoría, una posición para nada conveniente. Aunque hayan nacido en los Estados Unidos, muchos se sienten extranjeros en su propio país. Incluso casos extremos han decidido mudarse a otras zonas, donde el entorno es más acogedor para quienes no hablan español.
Sin embargo, aunque algunos se mudan fuera, muchos más llegan y se quedan en Doral, pues encontrar algún lugar del condado de Miami-Dade donde no se habla español abiertamente no es tarea fácil.
Miami es una ciudad que ha recibido a lo largo de los años una afluencia constante de inmigrantes de países latinoamericanos, que han traído consigo su cultura y su idioma, haciendo de la Ciudad Mágica el auténtico crisol de culturas.
De la misma manera en que Nueva York, San Francisco, Houston, Chicago o Los Ángeles evolucionaron durante los últimos dos siglos, recibiendo inmigrantes de muchos otros lugares del mundo, Miami se ha convertido en un lugar donde diferentes culturas coexisten y se entrelazan, dando a la ciudad su carácter y encanto. Junto con el clima y la ubicación, esto hace que Miami sea muy atractivo como punto de partida para aquellos que desean perseguir el sueño americano.
La Integración cultural
El proceso de aculturación, o la modificación cultural de un grupo de personas para adaptarse a su nuevo contexto, se ha manejado de diferentes maneras en diferentes momentos en los Estados Unidos. Las autoridades establecieron políticas, programas y regulaciones para ayudar a los inmigrantes a aprender las reglas, el idioma y las tradiciones del país. Es un proceso que ha evolucionado, y continúa haciéndolo.
La rápida afluencia de nuevos residentes en los últimos años, en el caso de Doral, ha dificultado que la comunidad se ponga al día con la aculturación de la población cambiante. Es un proceso difícil para los adultos y siempre ha sucedido en las grandes ciudades y en los pequeños vecindarios.
Los niños son la población que se adapta más rápidamente a la nueva cultura, porque el sistema escolar tiene muchos programas que les ayudan a aprender el idioma rápidamente y a adaptarse a la nueva cultura y tradiciones. Es por eso que, por ejemplo, los cubanos de segunda y tercera generación en Miami o muchos Millennials que crecieron en Doral a principios de la década de 2000, hablan más inglés que español y les gusta vivir en las áreas más urbanas de la ciudad, donde el estilo de vida es menos tradicional que el en los hogares de sus padres.
Los angloparlantes a veces se sienten fuera de lugar en Doral y no soportan el tráfico, el ruido, la conducta, la extravagancia y el abuso de confianza de sus vecinos recién llegados. Sin embargo, es difícil encontrar a una persona que no sucumba a la atracción de esta ciudad emergente, con sus nuevos desarrollos, su floreciente economía y su población joven, entusiasta y trabajadora.
Han aprendido a beber cortaditos y comer arepas, croquetas o asado. Y los recién llegados ahora celebran el Día de Acción de Gracias, comen pavo y pan de maíz. Es un proceso continuo de integración cultural mutua que crea el estilo único de la ciudad.
Cortesía, tolerancia y educación construyen comunidad.
Hay casos de recién llegados que abusan, tratando de pasar por encima de las reglas de privacidad o con exceso de confianza en sus interacciones. Algunos incluso actúan como si tuvieran derecho a que les hablen en español, cuando en realidad es una cortesía que reciben. La mayoría de quienes actúan de esa manera lo hacen por falta de educación y conocimiento de las reglas.
El comportamiento correcto debería ser responder con cortesía, hacer lo posible por interactuar en inglés y trabajar diligentemente para llegar a dominar el idioma, de modo de lograr el acceso completo a todos los beneficios que la cultura estadounidense tiene disponibles. Debe tenerse siempre en cuenta que el idioma principal de la interacción es el inglés, para garantizar que todos se sientan como en casa.
La comunidad debe unirse para brindar oportunidades e impulsar a las personas a aprender el idioma, las reglas y las tradiciones de esta tierra de oportunidades a través de la educación y la aplicación de la ley. La mezcla de razas y culturas que sucedió en América Latina hace 500 años está sucediendo ahora en los Estados Unidos. Es responsabilidad de todos garantizar que el proceso ayude a que este sea continúe siendo el país próspero que los Padres Fundadores imaginaron al formular la Constitución.